Hollywood mercantilista estafó con inexistente música
afrocubana. Saumell, Cervantes, Ruiz, ‘Lico’ Jimenez,
White, Arizti, Brindis de Salas, Fuentes, Villate, Mauti, Tomás fueron grandes
maestros músicos cubanos de influencia europea. Europa, privilegiado referente
en danza y música cubana. Parte IX
Por: Jaime Del Castillo Jaramillo
Fue en las
doradas décadas de los años 20’, 30’ y 40’, del siglo último pasado, es decir
en el período de ‘Entreguerras’, que
fuera la mejor coyuntura para la expansión y dominio absoluto del capitalismo
mundial, y cuando se creía que el mundo ya había logrado los más altos niveles
de paz y de prosperidad, y cuando se bailaba y se celebraba por doquiera para
celebrar ello, y cuando abundaba el dinero a manos llenas para gastarlo.
Fue
entonces, cuando Hollywood decidió
ganar millones y millones de dólares aprovechando esa gran coyuntura comercial,
y para ello no tuvo mejor idea
original, que enriquecerse fácilmente vendiendo algo exótico, novedoso y
rítmico, pero en el fondo, falso y artificial: inventó la inexistente música afrocubana.
En ese
preciso contexto histórico Hollywood
entró en fiera competencia por cierto, con el Reino Unido, el mismo que
mostraba muy ufano al mundo, su literatura de aventuras y leyendas y héroes
ingleses en el ignoto, temible y salvaje continente del África, con sus emocionante historias y novelas y personajes de
leyenda que mostraban una África salvaje y de aventuras, y por cierto, con sus
grandes héroes, pues EE.UU., no se quedó atrás, y Hollywood inventó el cuento y la estafa de la música afrocubana, es decir crearon la gran mentira con fines
estrictamente comerciales o mercantilistas de grosor industrial.
Por lo
tanto, los cerebros de Hollywood
crearon la gran ficción, de que Cuba estaba poblada de negros africanos
semidesnudos con pintas, lanzas y flechas, y, por cierto, con rústicos tambores
colgando del cuello, y que hacían danza y música exótica y espectacular, que el
mundo debía conocer, así fue que nació la gran mentira y la gran estafa de la música afrocubana, estafa y mentira que
nosotros hemos denunciado y rechazado.
Está probado
que hemos demostrado, --y a través de muchos envíos de publicación y
circulación universal--, que no existe la tal música afrocubana, y para arribar
y probar ello, fuimos asistidos con las más reputadas y serias investigaciones
de los mejores musicólogos cubanos, y demostramos entonces palmariamente, que no
existe la mal llamada música afrocubana,
sino la genial música cubana criolla
a secas, es decir todo lo contrario a lo que engañó y estafó Hollywood con fines mercantilistas, y
repito, lo demostramos con el soporte o con la asistencia responsable y veraz y
confiable de las ciencias sociales.
Fue así
entonces, y vía la poderosa e irresistible maquinaria económica, mediática,
política, comercial y cultural de Hollywood,
que el bolero cubano, el son, la rumba, la conga, y un largo etcétera, viajaron
por el mundo entero, como corso exótico y de circo, y bajo fórmulas mercantiles o comercializadas
de tipo barato y vulgar, promovidas siempre por Hollywood, y también por las casas editoras o discográficas
norteamericanas, que simultáneamente producían inmensas cantidades industriales
de música bailable de ese tipo, para un público creciente e insaciable y que
tenía mucho dinero para gastar. Y lograron imponer con tales palancas y
herramientas y artilugios, y encima, con aires de autoridad doctoral inclusive,
que existía y se había descubierto la música
afrocubana.
Obviamente, Hollywood, --con el objeto de
imprimirle y darle el acartonamiento y los visos de grandilocuencia e
importancia suma a sus negocios--, no perdió tiempo, ni puso reparos alguno o
de ningún tipo, para financiar y encargar a reconocidos y grandes compositores
norteamericanos de la talla de los maestros Aaron Copland o de Leonard
Bernstein, o George Gershwin, quienes
se encargarían de crear y componer importantes obras musicales basadas en los patrones
y diseños rítmicos del danzón y de
la rumba cubana, y con ello se
posicionó, se consolidó y se difundió la gran estafa y mentira de la música afrocubana, y empezaron a
venderse industrialmente por cierto, todos los productos de feria que Hollywood había direccionado en esa
gran estrategia mercantil artística: la música
afrocubana.
Ya hemos
probado abundantemente, que la música cubana tiene fuerte y directa influencia
europea, tanto española como francesa principalmente, y de la vena gala no olvidemos las bellas danzas de Rameau, no olvidemos tampoco que, por
la vía de Santiago de Cuba, llegaron
negros esclavos haitianos junto a sus amos, los terratenientes franceses muy
cultos y actualizados, los mismos que habían huido a la parte oriental de Cuba,
tras las insurrecciones sangrientas en Haití, y que dejaron profunda huella en
la cultura y en la música cubana, con su influencia netamente francesa, donde
inclusive se asentaron escuelas y academias de música europea, y otros.
El siglo XIX
es el siglo donde empieza a producirse la música criolla original cubana, con los
modelos europeos, y para probarlo, ahí tenemos las sofisticadas obras de piano
de los grandes maestros Manuel Saumell
Robredo (1818-1878) e Ignacio Cervantes
Kawanagh (1847-1905), y si fuera poco, ahí está la bellísima música
romántica de Nicolás Ruiz Espadero
(1832-1890), así mismo, destacaron en Cuba los primeros maestros músicos
instrumentistas de renombre internacional, tales como el pianista José Manuel (Lico) Jiménez (1855-1917)
y la gran pianista y compositora Cecilia
Arizti (1856-1930), asimismo los violinistas Claudio José Domingo Brindis de Salas (1852-1911) y José Silvestre de los Dolores White Lafitte
o José White (1836- 1912).
Recordemos
que el eximio pianista cubano ‘Lico’ Jiménez,
después de brindar aplaudidos conciertos por todo el mundo, viajó para Alemania
y ahí decidió radicarse, y debido a su consumado arte musical pianístico, fue
convocado e incorporado como activo miembro en la poderosa Corte de Weimar, donde llegó a ser amigo del gran maestro Liszt, y luego se casó con una dama alemana
y murió en Hamburgo, donde se encuentran sus restos.
El maestro
violinista cubano José White o José Silvestre de los Dolores White Lafitte
también escribió obras de piano, y compuso inclusive para clavicordio y
orquesta, así como para cuarteto de
cuerdas, y su fama como compositor creció inmensamente cuando compuso el excelente
"Concierto para Violín y Orquesta" y
también es recordado por su popular creación: "La Bella
Cubana", para violín y piano, la misma que luego fuera
transcrita para voz y piano.
No
olvidemos y es importante remarcarlo y reseñarlo que, tanto el maestro Jiménez, Brindis de Salas y White eran
músicos mulatos y negros, los mismos y quienes tuvieron exitosas carreras
musicales tanto en el ámbito nacional como internacional, lo que habla
demasiado de su fuerza espiritual y de sus pujantes e importantes
personalidades musicales, quienes lograron imponerse ostensiblemente y más allá
de barreras raciales, culturales, sociales y económicas.
Europa,
siempre fue el primer y fuerte referente e influencia sobre la música cubana,
y, tenemos otros grandes compositores cubanos del siglo XIX que crearon importantes
obras, y aún bajo fuerte influencia europea como se ha dicho, tales como los
maestros Gaspar Villate y Montes
(1851-1891) y Laureano Fuentes Matons
(1825-1898), ambos notables compositores y creadores de óperas, y que eran
tributarios de los grandes maestros italianos y franceses, inclusive algunas de
cuyas obras fueron estrenadas en la misma Ciudad
Luz, y en la misma capital de España, en el viejo mundo; no podemos dejar
de mencionar al maestro José Mauti (1855-1937),
quien fuera compositor de muchas aplaudidas zarzuelas y de varias piezas
sinfónicas, tampoco podemos dejar de lado al maestro Guillermo Manuel Tomás (1868- 1937), quien fuera el único
compositor cubano de esa coyuntura histórica, que demostró y vertió en sus
obras, su fuerte influencia de la escuela alemana; recordemos que siendo
director de orquesta interpretó con maestría y gran suceso al genial e inmenso
germano Richard Wagner (1813-1883) por primera vez en Cuba, no solamente eso, también fue gran difusor y exponente por ante el gran
público cubano, reunido en audiencias y por vez primera, de la música del
aplaudido maestro germano Richard George
Strauss (1864-1949), interpretando
magistralmente el poema sinfónico "Así hablaba
Zaratustra" la misma que fuera escuchada en la importante capital
de La Habana, y solamente a 13 años de su portentoso estreno en Frankfurt para
1896, y para mayor abundamiento, el maestro Tomás también difundió y ejecutó la música del maestro germano Johann Baptist Joseph Maximilian Reger
o Max Reger (1873-1916).
(Fin de la novena
parte)
Lima, 25 de mayo del 2016
Jaime Del
Castillo Jaramillo
Abogado
egresado de la U.N.M.S.M. con más de 25 años de ejercicio profesional y cuenta
con estudio jurídico abierto; politólogo con más de 20 años de ejercicio
profesional; periodista, fundador y director del programa radial y televisivo
‘Yo, Sí Opino’ (censurado en TV y cerrado cinco veces en radio); Maestría en
Ciencia Política con la tesis “Pensamiento Político peruano insuficiente y
epidérmico causa de nuestro subdesarrollo político”; Post Grado internacional
en Ciencia Política otorgado por la UCES – Universidad de Ciencias
Empresariales y Sociales de Buenos Aires-Argentina graduado con la tesis:
“Crisis terminal de los Partidos Políticos en el Perú”; catedrático
universitario de ‘Historia del Pensamiento Político”, “Filosofía Política”,
“Metodología de la investigación en Ciencia Política”, “Realidad Nacional”;
“Análisis Político”, “Ciencia Política”, etc.; blogger, comunicador social,
articulista y conferencista.
http://fororepublicanoperu.blogspot.com
@jaimedelcastill
yeagob2@gmail.com
https://www.facebook.com/jdelcastillojaramillo
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