domingo, 6 de noviembre de 2016

Grenet, Urfé y León afirman que la contradanza francesa inspiró a la naciente música cubana. Etnias africanas en Cuba nunca crearon géneros musicales. Géneros musicales de raíz europea nacidos en Cuba. Parte VII




Grenet, Urfé y León afirman que la contradanza francesa inspiró a la naciente música cubana. Etnias africanas en Cuba nunca crearon géneros musicales. Géneros musicales de raíz europea nacidos en Cuba. Parte VII



Por:    Jaime Del Castillo Jaramillo






Fue el maestro Emilio Grenet quien planteó la teoría de la evolución genérica que se inicia con la contradanza francesa, que luego genera la danza y de ésta nació el danzón cubano, (ob. cit.) pero el experto Urfé fue mucho más allá, ya que amplió el proceso de esa evolución genérica: desde el danzón/ danzonete/danzón-mambo/mambo/ danzón cantado/ chachachá/, de esa forma dio continuidad a la tesis del reconocido investigador Argeliers León quien ya para 1955, había configurado su tesis del Ciclo del danzón, (“El ciclo del danzón”, en Nuestro Tiempo, a 2, n. 4, marzo de 1955, pp. 1-3.), la misma que a partir de los años 60’ fue llamado también Complejo del danzón y finalmente Complejo genérico del danzón.





En cuanto al “cancionero cubano” Urfé considera como auténticas raíces de la canción cubana: a la tonadilla escénica española, a los boleros, polos, tiranas y “tonadas líricas” que se entonaban hacia finales del siglo XVIII, así mismo se incluyen partituras de ópera italiana, y precisa que la canción cubana emerge en la primera mitad del siglo XIX, con sus primeras y originales manifestaciones: canción criolla popular “de contenido patriótico y expresión melódica pura”, y el ejemplo básico y típico es el tema: “La Corina”, de 1820, y otra creación cubana criolla de temática patriótica, pero de aún de estilo lírico es “La bayamesa”, de 1851.




En suma, se presentaron dos grandes vertientes de la creación cubana, firmes bases del desarrollo del cancionero criollo: los grandes trovadores, como Alberto Villalón, Pepe Sánchez, Rosendo Ruiz, Manuel Corona, y el gran Sindo Garay; y, los compositores vernáculos como Valenzuela, Sánchez de Fuentes, Manuel Mauri, Marín Varona, J. Anckermann, Eliseo Grenet, M. Simons, Casas Romero, G. Roig, R. Prats, Ernesto Lecuona, cuyas producciones califica Urfé “dentro del estilo teatral”.




Los típicos herederos de estas dos vertientes del cancionero cubano criollo antedichas, y según Odilio Urfé son, por un lado, el que se verifica en los años 30’, y el que inicia el modernismo en el cancionero cubano, “cuando algunos soneros comienzan a incorporarle al bolero-son, determinados elementos cromáticos y procedimientos armónicos muy propios del cancionero cosmopolita impuesto por los compositores norteamericanos teatrales y algunos mexicanos”. Primer Festival de Música Popular Cubana. Notas al programa: “El cancionero cubano”, [La Habana], Consejo Nacional de Cultura, 25 de agosto de 1962.



Siempre, según el experto Urfé, este proceso de evolución del cancionero criollo cubano, se confirma y se desarrolla por compositores de los años 40’, entre los que destacan Orlando de  la Rosa, Pedro Junco, Julio Gutiérrez, Mario Fernández Porta, Bobby Collazo, Juan Bruno Tarraza, René Touzet, Fernando Mulens “y otros no menos notables”. Y para la década que va del 50’ al 60’, según Urfé, el cancionero criollo cubano es liderado por un círculo de artistas y de autores reunidos en torno a César Portillo de la Luz, tales como “el Niño Rivera, José A. Méndez, los que fueron bautizados por sus cofrades, como el grupo del feeling”. Ibid.





El respetado y destacado investigador Argeliers León (1918-1991) es considerado el primero de los musicólogos cubanos que combinó en su formación y conocimientos, sólido bagaje académico, así como experiencia, método y disciplina de músico técnico, mucha de su formación académica en las disciplinas de humanidades y en ciencias sociales las bebió directamente del gran maestro Don Fernando Ortiz, así lo consigna y detalla Grizel Hernández Baguer en su opúsculo: “Argeliers León. Jalones de una historia”, en Clave, a. 4, n. 2, 2002, pp. 56-60., siendo que sus estudios los culminó y redondeó con especializaciones realizadas en conservatorios y universidades de otros países.


Argeliers León fue un musicólogo muy superior y esclarecido, y destacó brillantemente con respecto de sus predecesores, en sus aplaudidas obras puso de relevancia su agudo ingenio analítico y su gran  espíritu de trabajo intelectual, por eso es que sus producciones obtuvieron y mostraron y demostraron resultados superiores con sesudas investigaciones muy leídas y respetadas. Aunque la única observación que se le hace al maestro Argeliers León es su apego al marxismo, y como intelectual fue fiel a esa corriente ideológica, pero al final de su carrera morigeró en algo su posición.



Es imprescindible conocer el cuadro de géneros de la música cubana desarrollado por nuestro personaje León  en su monografía de 1964 titulada Música folklórica cubana, que reeditó enriquecida y actualizada diez años después con el nombre: Del canto y el tiempo. (Argeliers León: Música folklórica cubana, La Habana, Ediciones del Departamento de Música de la Biblioteca Nacional José Martí, 1964; Del canto y el tiempo, La Habana, Pueblo y Educación, 1974), y es que en verdad, estos trabajos de la referencia se integran en asuntos específicos y en coherencia con otros ensayos del propio autor, y se puede citar en abono las “Notas para un panorama de la música popular cubana”, publicado por primera vez para la reconocida editora: Música, Boletín Casa de las Américas (n. 24, mayo de 1972); también citamos para mayor abundamiento y del mismo Argeliers León sus “Notas para un panorama de la música popular”, y publicado en Panorama de la música popular cubana, La Habana, Letras Cubanas, 1988, pp. 27-42.




Apresurémonos en advertir que para Argeliers, la música popular y folclórica de Cuba representan una unidad, siendo que dicha postura no es compartida por muchos musicólogos, aunque respetan la posición de nuestro comentado Argeliers León, y en ese enfoque teórico, para Argeliers existen tres grandes áreas u órdenes diferentes de expresiones musicales: En la primera están los “factores antecedentes”, o sea las contribuciones hispanas y africanas, representadas, respectivamente, por los cantos del campesino y la música ritual de los grupos africanos. En la segunda área ubica al “factor urbano elaborado”, donde se produce la música popular criolla. Y en la tercera área, ubica a “las músicas que, separadas de los ambientes rurales, se ubican en los medios infraurbanos (factor urbano primario)”. (“Notas para un panorama...”, ed. cit., p. 27.)




Argeliers confirma que el cancionero campesino, con sus diferentes tonadas, y con sus diversos tratamientos de la décima, y que dan creación original músico-poética al punto guajiro, pues la influencia española es innegable, y fue fuerte y directa. (A. León: Del canto y el tiempo, ed. cit., pp. 91-109.)



El gran investigador Argeliers León con buen criterio científico concuerda y confirma nuestras hipótesis en el sentido que las músicas básicas, tanto afroides como españolas y extranjeras en general, sufrieron adaptaciones y recreaciones que no pueden considerarse en modo alguno ni africanas ni españolas, sino simplemente cubanas, es decir es la música criolla cubana que nosotros defendemos, y que Argeliers León sostuvo firmemente como su tesis y profusamente en muchísimos de sus célebres trabajos.





En cuando al patrón rítmico de las danzas y de las habaneras en Cuba, el estudioso Argeliers hizo un aporte muy valioso, ya que ubicó un cierto estilo del acompañamiento de la canción con la guitarra que denominó como “mezcla de rasgueado y punteado”, que provienen de los sones yucatecos, que llegaron a Cuba, por los normales movimientos migratorios y a partir de 1825. Este acompañamiento de guitarra referido, es único y singular, sin precedentes en la música criolla cubana, y lo caracteriza Argeliers como “un rayado rítmico muy segmentado y constante en la guitarra prima, acentuado totalmente en la guitarra segunda” al que se le llamaba bolero, “como decir bolereadamente”.





Esos viejos boleros contaban historias y sucesos  y provinieron de México, y su estilo según Argeliers es completamente diferentes del bolero español, cuyos repertorios y bailes, como las danzas españolas llamadas fandangos, seguidillas, polos y tiranas, se mencionan en Cuba desde fines del siglo XVIII.  



En suma, el Bolero español a mediados del siglo XIX sufrió desplazamiento por otros bailes y novedades musicales, pero en Cuba, el Bolero español sería modificado y conservado y afirmado por el genio musical criollo que “asimiló los elementos formales de la canción binaria aunque con los elementos rítmicos a que había llegado en su acompañamiento”, incluyendo por cierto, el diseño rítmico de la melodía, y le imprimieron mayor “fuerza criolla”, y siempre con limpia expresión lírica y con las características formales de la canción: “dos períodos repetidos con el clímax en el segundo, que sirve, además de consecuente”.





Es destacable el trabajo que hizo Argeliers a pedido de la UNESCO sobre el tema “La música como mercancía”, publicado en América Latina en su música. México, UNESCO-Siglo XXI editores, 1977, pp. 238-254, donde modifica sus puntos de vista rígidos sobre el capitalismo y la música, no olvidemos que Argeliers León era intelectual marxista.



(Fin de la séptima parte)


Lima, 13 de mayo del 2016

Jaime Del Castillo Jaramillo

Abogado egresado de la U.N.M.S.M. con más de 25 años de ejercicio profesional y cuenta con estudio jurídico abierto; politólogo con más de 20 años de ejercicio profesional; periodista, fundador y director del programa radial y televisivo ‘Yo, Sí Opino’ (censurado en TV y cerrado cinco veces en radio); Maestría en Ciencia Política con la tesis “Pensamiento Político peruano insuficiente y epidérmico causa de nuestro subdesarrollo político”; Post Grado internacional en Ciencia Política otorgado por la UCES – Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos Aires-Argentina graduado con la tesis: “Crisis terminal de los Partidos Políticos en el Perú”; catedrático universitario de ‘Historia del Pensamiento Político”, “Filosofía Política”, “Metodología de la investigación en Ciencia Política”, “Realidad Nacional”; “Análisis Político”, “Ciencia Política”, etc.; blogger, comunicador social, articulista y conferencista.
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