miércoles, 2 de noviembre de 2016

ESTÉTICA o el estudio filosófico del arte, placer y belleza. Acercamientos a la Estética de la Música. Orígenes de la Estética. Parte I. Los Orígenes, desde el hombre prehistórico hasta la Edad Antigua


ESTÉTICA o el estudio filosófico del arte, placer y belleza. Acercamientos a la Estética de la Música. Parte I











ESTÉTICA o el estudio filosófico del arte, placer y belleza. Acercamientos a la Estética de la Música

Orígenes de la Estética. Parte I. Los Orígenes, desde el hombre prehistórico hasta la Edad Antigua



por Jaime Del Castillo Jaramillo








Estética, es la antigua reflexión, preocupación y pensamiento acerca del arte, o creación de belleza a partir de la acción, voluntad e ingenio y creatividad humana.


En forma precisa el nombre “Estética” lo hace conocido y universal el intelectual Baumgarten (1714-1762) en el siglo XVIII, pero, en puridad de verdad, la “Estética” como estudio sistemático y racional y especializado, ya existía como “Teoría de la sensibilidad”, tal como reza su etimología griega exacta y precisa: “AIS THESIS”.


La Estética, siempre fue preocupación del pensamiento calificado de los intelectuales y filósofos desde la antigüedad, muchos estudios y tratados lo atestiguan así, y en general se le puede conceptuar ampliamente, diciendo que ‘Estética’ es el pensamiento o la reflexión o la apreciación sobre el arte y lo bello.


La Estética siempre va amarrada o atada con la reflexión filosófica, con la historia del Arte y con la crítica literaria; por eso, resulta connatural que al estudiar filosofía tenga que rozarse con los conceptos estéticos siempre, y de su exacta comprensión se podrá iluminar mucho mejor los conceptos centrales de la filosofía y viceversa.


La Estética se ha independizado, y ya tiene cuerpo propio, hace muy poco tiempo, y ahora ya cuenta con método propio de estudio y validación. Vale decir, que estudiar Estética deviene en obligatorio, para todo ciudadano culto que quiera entender las expresiones artísticas de su colectivo social y de la cultura occidental en general, en realidad deviene en un imperativo cultural de signo civilizatorio obligatorio. Y ni mencionar que todo intelectual tiene que conocer estética obligatoriamente, si es que en verdad quiere denominarse y nominarse intelectual, y valga la redundancia.


La Estética, y en específico, el arte y la belleza bajo su estudio y tratativa, --y por ser producto humano civilizatorio por antonomasia también--, y hay que decirlo en forma clara y contundente, está impregnada de valores políticos y morales y éticos de su colectivo originante.



El hombre prehistórico y su vocación por el arte



Nunca dudemos que el ‘homo sapiens’ o el hombre prehistórico tuvo conceptos e ideas muy claras del sentido artístico de las formas y su proyección, como del  manejo creativo de los volúmenes y de los colores, hubo clara intencionalidad y finalidad polivalente en sus obras; además el artista prehistórico, seguía patrones firmes de ciertas normas conceptuales sobre seres humanos y animales, religión y colectividad, y expresadas en forma simbólica obviamente, pero con objetivos prácticos, y siempre cuidando la idea de lo bello.


Bueno es precisar aquí que el ARTE es pura creación y con mayor valor si existe desinterés, pero no existiría sin el INSTRUMENTO es la raíz central del arte, y que siempre toda especialidad artística ha sido interesada en sus inicios. Eso se denotó desde los primeros albores del arte prehistórico.


La creación es modificar intencionalmente los objetos de la naturaleza, impulsadas estas modificaciones por el espíritu humano, por su inventiva, por su voluntad con objetivos. El desinterés va apareciendo paulatinamente, pero nunca va a desaparecer.


Desde que el arte es arte, siempre se ha buscado la belleza a través de la simetría y las líneas agradables. He aquí el secreto fundamental del arte y la belleza. Y la simetría tiene su origen y generación en el propio orden o simetría del cuerpo humano. Desde los albores del género humano.

La característica esencial del arte prehistórico es el realismo. Era práctico y era necesario ser realista al inicio del arte prehistórico.

La simetría artística tiene su origen en el tatuaje humano, el hombre se adornó a sí mismo, con fines religiosos y de poder, o culturales y siempre escogió la vía del arte para distinguirse de los demás.

La decoración o el arte, está en la modificación de los objetos de la naturaleza y la libre creación, tal como ya hemos dicho.


El origen profundo, esencial y cierto del arte está en la calidad de la sensación, la gradación de placer que causa el poseerlo y admirarlo, en la seguridad y fijación de la memoria y no hay que dejar de lado la gran importancia y necesidad del mimetismo.



Poesía Elegíaca, Hesíodo y Homero y sus primeras lecciones sobre Arte  y Estética



EL “Hipias Mayor” es la gran obra platónica, donde se inicia el primero de los históricos y trascendentales diálogos estéticos del gran maestro de Aristóteles, y es junto con el “Fedro”, las excepcionales y singulares e imperecederas obras que desarrollan el tema de lo Bello. Y que se siguen estudiando en las escuelas y facultades de Bellas Artes.


Para los artistas destacados de la Antigüedad, como Hesíodo, la mujer era un kalón kakón, es decir un mal hermoso. O sea, el género femenino empieza a ser objeto de estudio del arte y estética; la belleza femenina como tipo base, y las proporciones humanas y su simetría objeto de paradigma estético.


Existen varios géneros de belleza para el estudioso de la estética en la Antigüedad: el color, la forma, la expresión, y aun la belleza moral.

La belleza moral, será un acápite aparte en los cánones de Estética del estudioso en la Antigüedad.


Hesíodo habla exclusivamente de la belleza externa en sus escritos: sobre todo los rasgos y los colores. Para Hesíodo es bello todo aquello cuya armonía y proporciones y simetría, asombra a la vista, por eso es que coloca a la mujer en sitial especial en sus estudios, pero la belleza femenina en Hesíodo está exenta por completo del  atractivo sexual.


No olvidemos que los Dioses griegos, fueron fuente de religión pero también de Estética, por ejemplo Afrodita es la encarnación de la belleza, y Hesíodo así lo reseña. Y no solamente Afrodita sino también las bellas mujeres divinas que la rodean, como por ejemplo las Nereidas, las mismas que han surgido del mar.


Es en Grecia que resulta connatural la fácil asociación estética entre la mujer y el mar, el agua y la belleza, como díada inseparable.


El mar, como sabemos, constituía un importante y cardinal elemento, patrimonio y factor muy familiar para los griegos: vivían a sus orillas, se bañaban en él, lo usaban como vía para comerciar, les proveía alimentos, recibían cultura del extranjero, y era su camino para conquistar a otros pueblos, culturas y mercados.



Para los estetas griegos, la línea más hermosa es la línea ondulada (conocida como la "línea de la belleza" según el tratadista Hogarth), que responde al movimiento natural del ojo desde el punto de vista fisiológico. Es decir, que el ser humano, es fuente de belleza, en sus proporciones, en sus volúmenes, en sus líneas y medidas, y hasta en sus movimientos y acciones y voliciones, se puede decir que hay un antropomorfismo esteta y no solamente ético.


Pero fundamentalmente, la belleza queda como atributo de la mujer y el mar.


Asimismo, Hesíodo entrevió la relación entre lo bello y el bien o dicho de otra manera, el vínculo entre el arte y lo útil; y precisamente, la primera concepción del bien se refiere a la calidad de útil: Hesíodo proyectó igualmente, una de las diferencias más radicales entre la belleza y el bien: lo útil y lo mediato.



Toda idea y concepto de utilidad presupone siempre un medio (un objeto) y un fin, es decir, dos elementos básicos y necesarios; mientras que la belleza en sí, no presupone en forma alguna estos dos elementos antes acotados: la Belleza es un acto único, total y global, vale decir, es inmediato.


Aquí tenemos a la primera antinomia entre lo bello y lo bueno.


Hesíodo considera que la belleza está en la mujer y el mar, mientras que Homero considera que la naturaleza en sí, es la belleza. Y además, considera que hay actos buenos, actos mejores y actos óptimos, y con ello ya empieza a construirse el camino para los estudios de la Ética. Y además, separa lo bello, de lo perfecto, y el bien moral y lo útil.

Homero considera al canto del poeta como acto privilegiado.

Y además considera que lo bello es sinónimo de decente en Homero, es decir pone al hombre o antropos al centro de sus conceptos de Estética también, y a su lado va lo conveniente y la mujer.


Por eso afirma que: lo Bello, también es el hombre honesto, el hombre de mundo, el hombre con decoro antes que la moral; porque no admite intermediarios, ni mucho menos matices entre el bien y el mal. Homero considera que conviene algo que sea armonioso, como por ejemplo, el trato que se establece entre el ambiente y los seres humanos.


Es fácil y entendible, llegar a la inteligencia de que con la belleza física, es que se promueve e inspira y evoca, la belleza artística, la misma  que será llevada a la música en la Antigüedad, con sus primeros instrumentos musicales y artísticos: el arpa, la lira, la flauta y la danza.


Es importante acotar aquí que, para los poetas heroicos, la belleza está obviamente en los héroes varones, en los atletas, y aparece así, la estética del triunfo.

Como habíamos explicado al inicio del presente trabajo, los conceptos de moral y política están muy comprometidos con la Estética de cada tiempo y era, por ejemplo los poetas elegíacos de la edad Antigua son pesimistas, se preguntan sobre la esencia de la vida y hacen la clara división entre aristocracia y el populacho.


Afirmaban que el nacimiento del ser humano es feo, que no es estético en modo alguno el aspecto natural y físico del nacimiento, lo estético está en el concepto, --y aquí ya tenemos la primera versión del pecado original que luego tendría larga saga y fama con la futura Biblia--, y también tenemos aquí, a la primera versión de la metafísica, vía la poesía elegíaca.

Y nunca olvidemos que el potente y eterno género de la tragedia literaria, tiene su origen en los poetas pesimistas elegíacos, de postura aristocrática y enemiga del populacho. Para Esquilo por ejemplo, el hombre es débil, y para Sófocles aparece la grandeza del hombre, y el problema moral. La tragedia griega, -- y ello es comprobable--, quiere reconciliar al hombre con su destino a través de la ciencia, a través del sufrimiento.



Pitágoras y Platón, y las escuelas filosóficas antiguas deduccionistas para la Estética



Las famosas escuelas filosóficas metafísica y cosmológica, parten de lo desconocido, hacia lo material y conocido. Aparece la famosa y siempre recurrida ARJÉ. Aparece la escuela Jónica, el hilozoísmo, la escuela de Mileto, y por cierto con sus concepciones estéticas ínsitas.


Pitágoras, es el más grande exponente de la matemática y la filosofía, --considerado hasta esotérico--, y es el que da inicio seriamente a la  ESTÉTICA. Su formalismo racional, y la alabanza y prioridad y centralidad que le da al número, y, a la medida, lo lleva fácilmente y por antonomasia, a la educación de la aristocracia y al partido elitista.


La idea motor o la idea fuerza, es que la naturaleza obra a través de los números, y con esa idea filosófica aparece Pitágoras refulgente con una mística científica en la que van enlazadas por cierto, la matemática y la música, por lo tanto es un poderoso referente para el estudio de la Éstética.


Pitágoras, --no lo olvidemos--, es el primero que llama COSMOS al universo, y desde ahí ya tenemos la gran intención de darle orden al universo. Y, por lo tanto, para Pitágoras, todas las cosas constituyen una música, una sinfonía, un orden, una melodía: el mundo músico.


Pitágoras con esos conceptos filosóficos y estéticos formó una poderosa y temida escuela, muy rígida de costumbres, en la cual obligaba a todos sus miembros a tener que ajustar su conducta a la armonía, al ritmo de la ley del universo.


En esa filosofía pitagórica se conjugan las  matemáticas de las distancias, y la música de las esferas. Y con ello se desarrollaron profundos trabajos de aritmética, geometría y demás.



Cuando llegó la crisis a la escuela de Pitágoras, y fueron expulsados, muchos pitagóricos, pues rodearon a Platon como sus discípulos, y obviamente la influencia y el poder filosófico de Pitágoras llegó a Platón, y se afirma por algunos sectores que Platón simplemente copia al gran Pitágoras, por ello es que, Aristóxenes acusa a Platón directamente, de haber comprado tres tomos de Filolao y de ahí haber extraído sus tesis pitagóricas, que luego fueron desarrolladas en su obra TIMEO. En buena cuenta, la ESTÉTICA de Platón no sería otra cosa que PITAGORISMO y en suma la esencia de la obra platónica.



Sócrates y Aristóteles y sus versiones estéticas racionales inductivas

Con Sócrates, tenemos la suma de la Belleza y el bien, y conjuga elementos de la filosofía pitagórica y platónica. Por ejemplo, para Sócrates la BELLEZA tiene que ir unida a la UTILIDAD, --lo inmediato y lo mediato--, para que sea BELLEZA. Lo que le falta al placer es el METRON o la medida para que sea belleza, el número en el oído y la vista, son fundamentales para la detección de la belleza. Es decir, la proporción, la simetría y el volumen.


Otra versión racionalista inductiva en Estética, es la de Aristóteles, cuando afirma que la actividad final del artista, se encuentra en reglas que no proceden ni de la historia de la naturaleza: La música y la poesía.


Para Aristóteles, entonces, el bien y la finalidad van unidos, y aquí tenemos acercamientos con la postura de Sócrates. Luego Leibniz con su optimismo llamará DIOS al bien aristotélico más adelante.


No olvidar, y hay que tener en cuenta la famosa y cardinal: causa eficiente y la causa final aristotélica, que son parámetros centrales de su pensamiento filosófico. La naturaleza entonces, persigue su fin que es el arte.


Aristóteles pone también incidencia, en el bien práctico, llevado por su posición inductiva racionalista: la eudemonía. Es necesaria la clarividencia, para alcanzar el bien. Hace falta discernir lo útil, la clarividencia o la mesura aristotélica o el famoso punto medio. El desinterés en sí ya es belleza.


Para Aristóteles el Arte termina o perfecciona lo que la Naturaleza no ha realizado.


Otro elemento a no perder de vista es el factor de la catarsis, como purificación del cuerpo, a través de la música y la danza, como elemento importante de la Estética en el mundo antiguo y que Aristóteles lo aborda.

Epicureismo sensualista y Estoicismo racional en Estética


Con Epicuro, aparece la diada PLACER y DOLOR, el Pathos como sensación. Epicuro y su teoría de los átomos para explicar el movimiento. Es evidente su Ascetismo sensualista como el signo de los epicúreos, y para ellos, la vida más feliz es la vida mediocre.

No olvidemos la famosa expresión de Diogenes Laercio cuando escribió en el siglo III de nuestra era lo siguiente: "Únicamente el sabio es capaz de hablar correctamente sobre música y poesia sin escribir el mismo poemas." Y es que es claro, que hay una línea delgada y frágil entre Arte y Capricho, entre Estética y huachafería, y que acompaña siempre a los sectores menos instruídos y cultos en toda sociedad, desde la antigüedad hasta la fecha.

No olvidemos tampoco la famosa demesurada expresión que dice:

"La música -dice Filodemo de Gadara (siglo I a.c., contemporáneo de Cicerón)- es irracional, no puede afectar el alma ni las emociones, y no es un arte más expresivo que el de
la cocina."

Frase extrema de aquellos que querían abarcarlo todo con la razón universal, y no podían explicar la vocación, la inspiración y la genialidad artística musical que escapa a toda razón, pero que existe para asombro y delicia del mundo.


Lucrecio (90-53 a. c.) nos ha legado el más importante escrito literario de los epicúreos, titulado: “Sobre la naturaleza de las cosas”; donde se ofrece una hipótesis realista acerca del origen de la musica vocal e instrumental: los hombres aprenden a cantar imitando el gorjeo de los pájaros, y aprenden a hacer música con instrumento (flauta) imitando el silbido del viento a través de los carrizos huecos. Es decir, que la Música nace en el deseo y anhelo de imitar a la naturaleza en sus melodías que causaron sensación de placer en el ser humano.





Los Estoicos, y su posición de atender a la razón universal que ordena el cosmos, y que por lo tanto, la conducta tiene que sujetarse a la armonía universal, es así que la virtud se hace con la práctica cotidiana, y esa práctica se describe como habilidad, el medio como fin, es decir, que la conducta humana tiene que ser un fin en sí mismo y un medio para alcanzar los dictados de la razón universal, y de ahí su Estética pertinente, y, a diferencia de Aristóteles que habla de diferentes causalidades tal como ya es conocido. La  belleza de la conducta humana y de sus actos virtuosos es el encomio que hace el Estoicismo en su Estética. (Fin de la primera parte)

Lima, 28 de noviembre del 2015


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