domingo, 30 de septiembre de 2018

Lester Young y Billie Holliday. La pareja musical más famosa y brillante del Jazz, se impusieron por su estilo único y original, que cambió los ejes de hacer música. Historia del Jazz. Parte XLII

Lester Young y Billie Holliday 

La pareja musical más famosa y brillante del Jazz, se impusieron por su estilo único y original, que cambió los ejes de hacer música. Historia del Jazz. Parte XLII





Por:    Jaime Del Castillo Jaramillo











Lester Young (nació en Woodville, poblado del condado de Wilkinson, en el Estado de Misisipi, un 27/08/1909, y fallece en Nueva York, un 15/03/1959), destacado saxofonista tenor y clarinetista, apodado Pres o Prez por Billie Holiday. Prez o Lester Young dejó piezas clásicas en la música del Swing, el Bop y el Cool.



De hecho, junto a Coleman Hawkins (nació en San José, Misuri, 21/11/1904, y fallece en Nueva York, 19/05/1969, fue saxofonista tenor y clarinetista, de swing y de bop), fueron los saxofonistas más influyentes y creadores de la gran escuela del saxo tenor en el jazz.








Lester Young, el revolucionario músico de Misissipi y la gran cantante Billie Holiday, (Eleanora Fagan Gough, nació en Filadelfia, estado de Pensilvania, un 07/04/1915 y fallece en Nueva York un 17/07/1959, a sus escasos 44 años de edad), ambos, son leyendas áureas de las mejores páginas de la historia del jazz norteamericano y universal.









Billie Holiday, (era llamada artísticamente: “Lady Day”), y junto con Sarah Vaughan (Sarah Lois Vaughan, nació en Newark, Nueva Jersey, 27/03/1924, y fallece en Los Ángeles, California, 3/04/1990, llamada “Sarah Vaughan”,​ y apodada “Sassy” y “La Divina”, empezó a cantar en la iglesia y dominaba muy bien el piano, ya que estudió dicho instrumento, entre 1931 y 1939), y Ella Fitzgerald, (Ella Jane Fitzgerald, nace 25/04/1917 en Newport News, Estados Unidos, fallece un 15/06/1996 en Beverly Hills, Estados Unidos, a la edad de 79 años; la llamaron “Lady Ella”, la “Reina del jazz” y la “Primera dama de la canción”; interpretó todo tipo de ritmos, tales como swing, blues, bossa nova, samba, góspel, calypso, canciones navideñas, pop, etc. Obtuvo 14 premios Grammy, inclusive el Grammy por toda su carrera artística, además fue galardonada con la Medalla Nacional de las Artes y la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados Unidos), constituyen el trío de oro de voces femeninas más relevantes del jazz de todos los tiempos.









Lady Day o Billie Holiday, es apreciada y reverenciada, por su estilo único de cantar o interpretar un tema; era dueña del depurado de arte de hacer de una canción cualquiera, una pieza memorable, única, penetrante y seria.








Su estilo interpretativo es tan marcado y original, que nadie cantaría como ella, los temas: “All of Me”







o “Foolin’ Myself”









y otras muchas canciones, sin que sea criticado inmediatamente, por no alcanzar las cotas artísticas interpretativas ya clásicas e impuestas por la gran Billie Holiday.








Lo relevante, y lo que impactó a la crítica, a los entendidos y a los amantes del Jazz en general, fue la alianza melódica, o la complementariedad musical o el ensamble preciso y precioso entre la voz trabajada de Billie Holiday y el sonido único del saxo de Prez, tanto así, que algunos se atrevieron a calificar a esta composición musical descrita, como una “historia de amor musical”.









Es un gran logro y meta de la Holiday, haber promocionado y llegado a relievar su arte interpretativo vocal, al lado del preciado saxo de Lester Young, toda vez, que la voz de Lady Day tenía algunas notorias limitaciones, como por ejemplo, que su voz a lo más llegaba a una octava y media, es decir, no tenía fuerza vocal, como es el caso contrario y el mejor ejemplo, en las interpretaciones vocales de Bessie Smith, quien a su vez, también tenía limitaciones, pero ello lo compensaba con una fuerza interpretativa que le permitía hacer llegar su voz hasta las últimas filas del teatro.









Billie Holiday no tenía el talento para el scat singing de la gran Ella Fitzgerald; ni mucho menos, el sonido puro de Sarah Vaughan; o los notorios adornos vocales de Louis Armstrong; pero sí tenía, magistral ejecución del compás musical, además de su único fraseo ágil y sorprendentemente relajado; pero sobre todo y ante todo, fue revolucionaria, al imprimirle profundidad de significado a las letras, arte que era desconocido hasta antes de Billie Holiday y que hasta hoy sorprende y sigue siendo un paradigma interpretativo.









Por todo ello, la crítica especializada, decía que Billie Holiday era una perfecta estilista, antes que virtuosa cantante, de tal forma que, las interpretaciones vocales de ‘Lady Day’ exploraba hasta lo más hondo de las canciones, mostrando así una especial música interior, -no superficial-, nunca antes vista, que la distinguía y que fue su marca suprema.









La Holiday vendió una versión idílica de su vida, que no era tan cierta, nos referimos a su autobiografía titulada “Lady Sings the Blues” y por cierto, Hollywood sacó provecho de ello, aunque haya destruido las vetas de verdad que eran necesarias sobre su real biografía. Y, pese a los esfuerzos de serios investigadores, tales como John Chilton, Linda Kuehl, Robert O’Meally y Donald Clarke, y pese a las memorias de quienes la trataron de cerca, tales como John Hammond (John Henry Hammond, Jr., nació en Nueva York, un 15/12/1910 y fallece un 10/07/1987, fue un reconocido productor musical, músico y crítico entre los años 30’ hasta los años 70’. Fue el típico y exitoso cazatalentos, e impulsó las carreras de Benny Goodman, Billie Holiday, Count Basie, Teddy Wilson, Big Joe Turner, Pete Seeger, Babatunde Olatunji, Aretha Franklin, Bob Dylan, el guitarrista Freddie Green, Leonard Cohen, Bruce Springsteen y Stevie Ray Vaughan) o Leonard Feather, (Leonard Geoffrey Feather, nació un    13/09/1914 en Londres, y fallece un 22/09/1994 en Sherman Oaks, California, fue crítico y Periodista, también pianista, compositor, historiador de la música, ejecutivo y productor discográfico), lo cierto es, que a la fecha no se puede decir que conocemos a ciencia cierta toda la verdad, sobre la vida de la legendaria y paradigmática Lady Day.









Lo que sí sabemos de la extraordinaria Billie Holiday, es que nació consignada como Eleanora Fagan, y de jovencita cambió su apellido por el de Gough, cuando su madre se casó con Phil Gough, pero cuando se divorció su progenitora del último mencionado, la Holiday volvió a denominarse  Fagan. Sin embargo, no fue la única vez en que se había cambiado el apellido, ya había usado los apellidos: Holiday, Holliday o Halliday.








También, tomó el apellido de ex maridos o novios, tales como: Monroe, McKay, Guy, Levy. No solamente eso, los falsos nombres convivieron con sus apodos. Por ejemplo, en el asilo House of the Good Shepherd de Baltimore, donde estuvo internada en su juventud, se le conoció como Madge o como Theresa.










Ya es sabido que el maestro Lester Young la denominó “Lady Day”, y que la Holiday, a su vez, lo denominó como “Pres” tal como se ha dicho líneas arriba.







El nombre de su padre fue Clarence Holiday, y fue guitarrista de la banda del gran Fletcher Henderson (nació en Cuthbert, Georgia, un 18/12/1897 y falleció en Nueva York, un 28/12/1952, fue reconocido pianista y arreglista. Su aporte fue fundamental para el posicionamiento de las "big band"), su mencionado progenitor la llamaba Bill, de ahí fue que se rebautizó como Billie Holiday. Su padre Clarence Holiday y su madre Sadie Fagan, simplemente tuvieron una aventura juvenil muy propia de menores de veinte años, producto de ese tórrido y breve romance, tuvieron a Billie, pero sin contraer matrimonio; además, Clarence no reconoció públicamente a la menor Billie, y solamente se le acercó, cuando la carrera artística de su hija negada ya era notoria.









‘Lady Day’ se mudó a Nueva York a fines de los años veinte, y en la Capital del Mundo fue que empezó a cantar y con éxito. Se sabe de su exitosa grabación de 1936, para el sello Brunswick, “I Cried for You”,










donde muestra su depurado estilo de interpretar los temas, ahí estuvo acompañada por la orquesta de Teddy Wilson.









Para 1933, el reconocido crítico y cazatalentos: John Hammond, dio cuenta del impacto que le había causado la interpretación vocal de la Holiday, cuando la oyó cantar en un local nocturno de Harlem, y de eso escribió en el Melody Maker, donde se expresó de ello, como “todo un hallazgo”, no solamente eso, agregó que a sus juveniles dieciocho años, la artista en mención “canta mejor que nadie que haya oído en mi vida”. Y ahí no quedó todo, ese mismo año, Hammond le buscó contrato para que cante con la Big Band del gran maestro  Benny Goodman.









Billie Holiday de ahí en adelante, conoció el estrellato, hasta tuvo una  breve aparición en la película Symphony in Black; también fue contratada para el Apollo Theater; por cierto, no dejaba de grabar y el buen Hammond la seguía apoyando en ello; también continuó trabajando con el gran Teddy Wilson.










La década del 30’, fue su época dorada, ahí fue que hizo muchas grabaciones con agrupaciones pequeñas de instrumentos y fue lo mejor de lo mejor de su carrera.










Mucho antes de reunirse musicalmente con Lester Young, la Holiday ya tenía su estilo depurado y firme, y así se comprueba en sus interpretaciones clásicas e inmortales, tales como “What a Little Moonlight Can Do”,








o también “These Foolish Things”,







o “Billie’s Blues”,







o “A Fine Romance”,








y por cierto:

“I Can’t Give You Anything but Love”,







entre otros bellos temas.








‘Lady Day’ contó con grandes maestros músicos que la acompañaron en los escenarios, sobre todo en los vientos del jazz, tales como Benny Goodman, Ben Webster, Johnny Hodges, Harry Carney, pero todo cambió para mejor y de lujo, cuando llegó el saxo del maestro Lester Young, y eso fue para una sesión musical de enero de 1937, Billie Holiday encontró al fin, el músico que entendió sus ansias proyectivas musicales a la perfección.









De hecho, y para mayor gloria de la música de jazz, todas las grabaciones de la mancuerna Holiday-Young son luminosos clásicos.









Sea el tema que abordasen, con música banal o letra forzada, tales como “Now They Call It Swing”,









“Me, Myself and I Are All In Love with You”,







“You’re Just a No Account”,






“Sun Showers”, etc.,









pues ellos, Holiday y Young, hicieron música perfecta de aplauso universal. No solamente eso, con temas consagrados, tales como:

“All of Me”, 

https://youtu.be/GOOoUWM31_Y








“Foolin’ Myself”,






“Mean to Me”,








“He’s Funny That Way”,







“This Year’s Kisses”






ellos lograban su consolidación definitiva, con versiones finales e insuperables, cuyo prestigio y magisterio, no podían ser borrados o modificados fácilmente, por todo  aquel que quisiese reinterpretar estos temas.










Para 1939, su grabación “Strange Fruit”,









canción que da cuenta de un linchamiento, no cayó bien en el público racista y de poder político, y le crearon mala fama, en realidad fue Barney Josephson, dueño del Café Society, ubicado en Greenwich Village, quien alentó a Holiday, a cantar dicho tema al concluir sus presentaciones. A partir de ahí, ‘Lady Day’ se dedicó a cantar temas sentimentales y sombríos, tales como:

“Lover Man”,







“I Cover the Waterfront”,









“God Bless the Child”,







“Good Morning Heartache”,








“Don’t Explain”










La década del 40’, significó su declive artístico, su vieja adicción al tabaco se acentuó, además del consumo de alcohol, y también de estupefacientes y hasta heroína, inducida por su marido Jimmy Monroe.










Para 1947, estuvo presa por diez meses, en la prisión federal para mujeres de Virginia Occidental. Y para colmo de males, le cancelaron su licencia como artista, y no podía actuar en los clubes de Nueva York, -dicho impedimento fue revocado para 1967-, solamente podía presentarse en teatros y auditorios, y la Holiday tuvo éxito en su concierto del Carnegie Hall, pero no así, en su presentación para el espectáculo Holiday on Broadway en el Mansfield Theater donde tuvo cinco días de fracaso y cancelaron sus presentaciones.









Para 1952, la Holiday fue contratada por el legendario empresario antirracista y activista Norman Granz y en cinco años, grabó más de un centenar de canciones y con buenos músicos del pre-bop, tales como, Coleman Hawkins, Ben Webster, Benny Carter, Willie Smith, Flip Phillips, Paul Quinchette, también la acompañaron buenos trompetistas, tales como Harry “Sweets” Edison, Charlie Shavers o Joe Newman, y en cuanto a pianistas, estuvo acompañada de los maestros: Oscar Peterson, Jimmy Rowles o Wynton Kelly.









Mientras cantaba, en cierta presentación, en Greenwich Village, para mayo de 1959, por razones de su salud muy quebrantada, tuvo que abandonar el escenario y solamente había cantado dos temas. A la siguiente semana, se agravó su cuadro clínico médico, pero luego se recuperó, y en el mismo hospital, la acusaron a Holiday de posesión de heroína, y sufrió arresto domiciliario, con agentes policiales apostados en la misma puerta de su habitación del nosocomio bajo comentario. Luego Holiday, tuvo una leve mejoría en su tratamiento del hígado, pero luego le sobrevino infección al riñón que le provocó la muerte el 17 de julio.









(Fin de la parte XLII)









Lima,  27 de agosto del 2018

Jaime Del Castillo Jaramillo

@jaimedelcastill