domingo, 6 de noviembre de 2016

Armonización vertical, bajo continuo y Sesquiáltera arábiga: fundamentos europeos de la música cubana. Música cubana criolla de antecedentes europeos principalmente. Parte II



Armonización vertical, bajo continuo y Sesquiáltera arábiga: fundamentos europeos de la música cubana. Música cubana criolla de antecedentes europeos principalmente.  Parte II



Por:    Jaime Del Castillo Jaramillo







Cuando España imperial conquista y domina las Antillas y Sudamérica, en el Siglo XV y XVI en adelante, pues simultáneamente en el plano musical, se inició en la vieja Europa imperial, el estilo de la armonización vertical, que se aplicaba especialmente a las canciones y danzas seglares, o mejor dicho, a aquella música que no tenía vinculación con la música sacra, y por cierto, contrastaba con la horizontalidad del movimiento de las voces en el estilo polifónico predominante por siglos en la música sacra de la época, y a partir de los imperiales cantos gregorianos oficializados desde el emperador Carlomagno.



Esta evolución musical de la armonización vertical aparentemente decaería para el Siglo XVIII con el establecimiento del estilo de “basso continuo”, donde el bajo, es decir el soporte instrumental que da profundidad y marco, y que es la parte más grave de la textura musical, se convierte en el cimiento y matriz que se expande y eleva verticalmente hasta la melodía misma, y nos referimos a la vocalización más aguda y activa y líder.




Esa acertada práctica de la verticalidad musical bajo comento, se logra haciendo coincidir las partes de la textura composicional, poniendo incidencia en los tiempos fuertes del compás, donde el bajo tiene preponderancia musical, y que sirve de guía y ritmo para las demás voces. Esta nueva técnica y estructuración musical, obviamente que fue inspirada y promovida, por los desarrollos teóricos de la arquitectura del Quatrocentto hacia adelante del mundo artístico renacentista, ello es comparable y homologable entonces, al estilo de arquitectura que predominó en Europa, tomando como maestra y guía a la antigua Grecia, y que se desarrolla extensa y vigorosamente en el renacimiento, donde fundamentalmente el techo de la imponente y poderosa construcción se sustenta o se asienta en severas y musculosas columnas situadas inteligentemente a intervalos simétricos bien racionalizados que le daban belleza y además fuerza contenedora y basamental.



Las técnicas europeas netas de la armonía vertical, así como la técnica del “basso continuo”, que hemos desarrollado líneas arriba, pues, se respetará religiosamente en la música cubana y serán los patrones y basamentos incluidos en casi todos los géneros musicales cubanos, y África nada tiene que hacer ahí.



Arabia, dejó profunda influencia en España, y en materia musical no podía ser menos, tan es así que para los siglos XVI hasta el siglo XVIII se verificaron en España ciertas danzas novedosas, las cuales se atribuían al continente americano, estas danzas y  bailes tenían nombres muy originales tales como la zarabanda, la chacona, el zambapalo, el retambico y el gurrumbé. La danza de la chacona por ejemplo, llamó mucho la atención, por su sensualidad al bailarlo, considerándose un baile algo desvergonzado, ya que la mujer levantaba necesariamente la falda de su amplio vestido, mostrando las enaguas, pero ese estilo no era privativo de América o Sudamérica o las Antillas, porque este estilo de baile muy jacarandoso, era muy común en los fogosos e impetuosos bailes gitanos o andaluces, en la misma España transida de costumbres y prácticas árabes.



Para el siglo XVIII este tipo de danzas antedichas, ya están consignadas en la recopilación del guitarrista Santiago de Murcia (1673-1739) conocida como el Códice Saldívar No. 4., y muchas de estas danzas y bailes, tales como la Jota, las Jácaras y el Cumbé, tenían una característica común: su ritmo; un ritmo sensual, y que se hizo muy popular y por cierto se extendió a toda Europa, a ese ritmo contagioso se le llamó “hemiola”, pero para España se le denomina “sesquiáltera”.



Está ampliamente probado y comprobado que la sesquiáltera también es parte de la música del continente africano, y que se verifica en el sur, como en el norte arábigo, por lo tanto la sesquiáltera tiene más de árabe que de origen hispano-americano en forma definitiva, el ritmo sesquiáltero llega a España directamente a través del Maghreb, y es por lo tanto la cultura islámica, la que ejerció una poderosa influencia en gran parte de España desde el Siglo VIII hasta el XV, es decir ochocientos años de dominación y de influencia cultural árabe sobre España, y por lo tanto, los bailes voluptuosos, encendidos e impetuosos de la cultura árabe es la que se internaliza, se asume y se aprende y se cultiva en España, sobre todo en la expresiva y vital Andalucía y luego se exportan  hacia las Antillas y Sudamérica.




Es más, y como probanza y en abono de lo sostenido aquí, traemos a colación las Cantigas de Santa María, que es una célebre colección de canciones medievales que fue compilada por el famoso Rey Alfonso X (El Sabio) para el Siglo XIII, y ahí encontraremos firme y nítida estructura rítmica de la sesquiáltera arábiga.



Es absolutamente evidente la gran influencia española de la sesquiáltera arábiga en la música popular cubana, que se verifica tanto en el zapateo, como también en el punto cubano, siendo que ambos tienen como fundamento y matriz el ritmo de la sesquiáltera arábiga.

Inclusive el famoso y tradicional “Son de La Má Teodora”, que fue consignada por el célebre literato cubano Alejo Carpentier en su insoslayable libro “La música en Cuba” encontramos ahí a la sesquiáltera arábiga como la base rítmica matriz, y con ello queda muy claro entonces, sobre la enorme influencia y la cotidiana utilización de la sesquiáltera arábiga en las entonaciones, canciones, bailes y danzas que se ejecutaron musicalmente en Cuba en los inmediatos siglos posteriores a la conquista española, --inclusive y está probado--, hasta la música impresa en el Siglo XIX.



Es más, la aludida sesquiáltera arábiga, sería la estructura base que usarían más tarde, los músicos de Cuba, para la creación de nuevos géneros musicales autóctonos, tales como la guaracha y la contradanza.


(Fin de la segunda parte)


Lima, 17 de marzo del 2016

Jaime Del Castillo Jaramillo

Abogado egresado de la U.N.M.S.M. con más de 25 años de ejercicio profesional y cuenta con estudio jurídico abierto; politólogo con más de 20 años de ejercicio profesional; periodista, fundador y director del programa radial y televisivo ‘Yo, Sí Opino’ (censurado en TV y cerrado cinco veces en radio); Maestría en Ciencia Política con la tesis “Pensamiento Político peruano insuficiente y epidérmico causa de nuestro subdesarrollo político”; Post Grado internacional en Ciencia Política otorgado por la UCES – Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales de Buenos Aires-Argentina graduado con la tesis: “Crisis terminal de los Partidos Políticos en el Perú”; catedrático universitario de ‘Historia del Pensamiento Político”, “Filosofía Política”, “Metodología de la investigación en Ciencia Política”, “Realidad Nacional”; “Análisis Político”, “Ciencia Política”, etc.; blogger, comunicador social, articulista y conferencista.
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