Tumbaderas, maracas y güiro: instrumentos musicales
originarios de indios cubanos. Micaela Ginés la
primera mujer negra guitarrista en Cuba. Géneros musicales de raíz europea
nacidos en Cuba. Parte I
Por: Jaime Del Castillo Jaramillo
Cuba tuvo
como pobladores originarios a los indios
arawacos, procedentes del Brasil y de Colombia, y ellos eran básicamente
pescadores, todos los restos arqueológicos así lo indican y lo demuestran,
ellos se dedicaron a la pesca, y no se adentraron sierra adentro.
Los indios
siboneyes, tainos y guanatabeyes, hicieron música también, de ellos provienen
los areítos, y tenían sus expresiones folklóricas donde sus instrumentos
musicales ya están debidamente registrados, esos indios originarios pobladores
de la isla de Cuba, usaron tambores,
que se llamaron tumbaderas o tumbanderas, y no solamente eso,
también usaron las maracas y el güiro, o sea, no se puede afirmar alegremente
que el uso de los tambores o congas son creación africana en Cuba, porque ya
los indios cubanos originarios lo usaban, así mismo, y lo mismo se puede decir
sobre el uso de las maracas y del güiro, de origen indio y nunca
africano.
Con el
descubrimiento de la Isla de Cuba, y con la llegada personal del mismo célebre
descubridor italiano Cristóbal Colón,
se inaugura la llegada civilizadora de Europa en general y de España en
especial a la isla cubana, y los primeros pobladores europeos en Cuba fueron
mayormente de las regiones de Andalucía
y de Castilla, quienes llegaron con
su cultura y su música por cierto, música muy rica en variados ritmos, los
mismos que en la misma España habían bebido de la vertiente arábiga (los árabes
dominaron ochocientos años en España), por lo tanto la música española que
llegó a Cuba era suficientemente generosa y de fértil enjundia en originales,
bellas y diferentes melodías y ritmos y géneros, dichas melodías, ritmos y
géneros musicales hispanos eran hijos de las distintas regiones peninsulares, por
lo tanto, en Cuba tenían suficiente modelaje y estilos y ritmos y melodías
musicales al escoger, vale decir, la formación musical europea en Cuba fue muy
rica y atractiva y seductora y bella como para soslayarla o no ser influido por
ella, estos ricos insumos musicales europeos y nuevos en Cuba, se fueron
asimilando y consolidando y sedimentando e instarían, inspirarían y promoverían
la creación de los geniales géneros musicales populares cubanos de admiración
universal. África y su música y danza no generó ningún interés, ni mucho menos
emoción en las clases dirigentes y gentes principales o notables en Cuba, fue
todo lo contrario.
No solamente
fueron los españoles, los maestros, formadores y promotores de la danza y
música en Cuba, sino también fueron los franceses, quienes hicieron sentir su
fuerza civilizadora y cultural con más fuerza, precisión y huella, en el
bullente e inquieto siglo XVIII o Siglo de las Luces, y precisamente con los
franceses es que se da origen a la famosa Danza cubana.
Importante, valiosa
y relevante información tenemos en el Tomo
1 del antiguo Protocolo de antigüedades, literatura, agricultura,
industria, comercio, etcétera, de don Joaquín José García, y que fuera impreso y publicado para el año de
1845, donde se testimonia, --y de primera mano--, cómo era la actividad y las
costumbres y el ambiente musical de la principal ciudad: La Habana, nos encontramos entre el año 1562 al 1598, a finales del siglo XVI.
Leamos lo
que nos escribió nuestro autor mencionado don Joaquín José García, y es en los siguientes términos: “1562 a 1598 […] Los bailes en la Habana son graciosos y extravagantes,
conservan todavía en los primeros, la rudeza y poca cultura de los indígenas, y
en los segundos, la escasez y ningún recurso de una población que comienza a
levantarse. Hay en esta villa cuatro músicos que asisten a los actos a que se
les llama, mediante un previo convenio. Son estos músicos Pedro Almanza,
natural de Málaga, violín; Jácome Viseira, de Lisboa, clarinete; Pascual de
Ochoa, de Sevilla, violón; Micaela Ginés, negra horra, de Santiago de los
Caballeros, vigüelista, los cuales llevan generalmente sus acompañados para rascar
el calabazo y tañir las castañuelas. Estos músicos siempre están comprometidos
y para obligarles a la preferencia es preciso pujarles la paga, y además de
ella, que es exorbitante, llevarles cabalgadura, darles ración de vino y
hacerles a cada uno, también a sus familiares, además de lo que comen y beben
en la función, un plato de cuanto se pone en la mesa, el cual se lo llevan a
sus casas y a este obsequio llaman propina de la función. Esos mismos músicos
concurren a las fiestas solemnes de la parroquia, que son las de San Cristóbal,
San Marcial
y Corpus.”
El testimonio de García ut supra, es contundente, Cuba desde sus inicios practicaba la música y la danza con devoción, y los músicos eran personajes muy considerados y respetados, se les pagaba muy bien, se les trataba con respeto, se les daba de beber y de comer y la ‘propina’ consiguiente para sus familiares, o sea, eran los engreídos de la sociedad, y lo más importante: a un siglo de descubierta la importante y estratégica isla de Cuba, y a 60 años de su fundación la principal ciudad y primerísimo puerto de La Habana, los instrumentos musicales líderes, eran los instrumentos musicales europeos desde el inicio cubano, tal como hemos podido confirmar: el violín, el clarinete, el violón, la guitarra, y los negros libres ya dominaban instrumentos musicales europeos. Micaela Ginés es la primera mujer negra libre (horra) que dominaba la guitarra española o vigüela. Este dato es importantísimo para la tesis que desarrolla el que suscribe, tal y como lo he demostrado en mis anteriores artículos sobre Música.
Otro
testimonio valioso nos confirma el uso del güiro
en las reuniones musicales en La Habana, --y después el güiro se trasladaría a
las regiones rurales, donde se cultivaría el changüí--, y la participación de
los negros libres en las ceremonias religiosas católicas, o sea, la
europeización del negro en Cuba fue intensa, profunda, extensa y exitosa, por
cierto, leamos pues a don José María de
la Torre en su obra Lo que fuimos y lo que somos o La
Habana antigua y moderna donde nos dice muy claramente que el güiro se usaba dentro de las iglesias,
el güiro como instrumento musical indio
que asumieron los negros en su
proceso de evangelización católica: “son favorables las noticias que
se tienen de la música en la Isla, bastando saber que en las iglesias cantaban
negras y que entre los instrumentos aparecía el güiro, usado hoy –dice el
historiador– en los changüís del campo”.
Y sobre la
danza o los bailes establecidos para esa época en la principal ciudad cubana,
pues estaban en boga: el zapateo y
la contradanza, y ambos eran de raíz
y procedencia europea. Y la contradanza en
Cuba, era la delicia del extranjero que visitaba la Isla, y sobre todo era un
gran espectáculo para los mencionados turistas, cuando los negros la bailaban; el negro
siempre buscó imitar a sus líderes europeos (nunca a los africanos), el negro
siempre aspiró a ser considerado: negro ‘de sociedad’.
En Cuba, la
música y la danza se originan fusionando el sentir criollo ya españolizado o
europeizado por cierto, con recuerdos indígenas, tan es así que en las primeras
centurias de dominación o colonización española, se danzaba la zarabanda, y entre otros bailes que en
las Españas se practicaban en los conventos de monjas, y sobre todo en las
procesiones religiosas, las alegres comparsas entonces, eran obligatorias y muy
apreciadas por el pueblo, y muy poco caso le hacían a los reclamos airados e
iracundos del padre Mariana que llamaba
“invención del Infierno” a esas danzas donde
el pueblo participaba con alegría, ímpetu y fruición.
Es muy cierto que
siempre hubo en Cuba, licencia y cuerda y tolerancia para aupar temas subidos
de tono en las letras de las canciones populares, --así dimos cuenta en otro
artículo sobre el punto, con la documentación probatoria del caso--, pero, la
elevación de la cultura también dio vía y permitió la crítica pertinente e
idónea bajo presión de los cánones de la moral pública, y por lo tanto, ese
punto mejoró grandemente, tal como lo consigna nuestro anterior autor
mencionado La Torre, y es que esas
letras un poco atrevidas y que provocaban el escándalo, --porque se bailaban
también--, provenían no solamente de la gente mestiza, sino también de los
extranjeros o turistas o gente de paso por Cuba, como por ejemplo los
presidiarios de México, quienes introdujeron el jarabe en La Habana.
Con el
revolucionario siglo XVIII europeo, y como no podía ser de otro modo, Cuba
también recibe los nuevos vientos, modas y cambios, y precisamente en ese siglo
se verifica la introducción de la famosa ópera
francesa e italiana y por cierto
La Habana se transforma, se refina y
se europeíza mucho más, y en la misma
Cuba se empieza a dar creación a canciones para la ópera nacional,
todavía no existía un solo género musical criollo cubano, la Isla estaba siendo
educada y formada y refinada con solidez, profundidad y lentamente, en y con la
cultura y la música europea en gran forma y brillante estilo. El negro libre y
criollo cubano tenía entonces, un fuerte y elegante y culto referente cultural
y musical en los europeos, el negro libre y criollo cubano observaba todo con
mucha atención y copiaba, y le maravillaba y lo seducía el sonar de los
instrumentos musicales europeos, los consideraba mágicos, y se afanaba en
aprender a tocarlos y dominarlos, y en el campo o zona rural, los negros libres
y criollos difundían la cultura, los modales y la música europea y española, y
no olvidar, que el campo o zona rural, estaba a tiro de piedra de la ciudad.
Y para que quede
bien establecido, sólido y claro, lo que vengo afirmando aquí, leamos a un
intelectual y testigo de excepción de la cultura y música de su tiempo, donde
nos da cuenta del imperio de la Danza
europea, como referente prioritario, cardinal y fundamental del cubano de
su tiempo, --África nunca tuvo nada que ver en La Habana, que era la ciudad Luz de Cuba--. Leamos pues al señor
don Esteban Pichardo, quien en su Diccionario provincial casi razonado de vozes y frases cubanas,
sentencia en forma categórica sobre la Contradanza,
la misma que se bailaba preferente y obligatoriamente en toda Cuba, y esa
Contradanza original fue variando y acriollándose hasta convertirse en la Danza, que como bien sabemos, fue la amorosa
madre del Danzón, y del Danzón se desprenderán gloriosos
géneros musicales criollos cubanos.
Para ser más
explícito, la Contradanza, --que fue
muy popular y que se bailaba en toda Cuba--, fue un género musical que nació en
la fría y lejana Normandía de Europa del Norte, luego fue llevada a
la flemática y orgullosa Inglaterra.
Ese refinado género musical netamente europeo fue el que llegó a Cuba y se
volvió popular en toda la Isla, --África nunca tuvo presencia cultural ni
musical trascendente y oficial en Cuba, nunca jamás--.
Y para clavar bien
lo afirmado líneas arriba, pues recordemos al afamado escritor don Buenaventura Pascual Ferrer quien
consigna con generosos y enjundiosos detalles mil, que la gente poderosa, noble
y dominante en Cuba, en suma la crema y nata de la Isla, o los principales,
organizaban elegantes y bien sonados bailes y para ello contrataban a buenos
músicos, y con esa buena música a la usanza europea, bailaban siguiendo los
cánones de la escuela francesa, Cuba fue europeizada desde su descubrimiento en
forma intensa y extensa y con alto nivel cultural y musical. El negro en Cuba:
vio, presenció, escuchó y aprendió, y luego lo copió; el negro en Cuba con esa
escuela y enseñanza europea, pues aspiraba grandemente en querer también
convertirse en un negro ‘de sociedad’, o negro “fino” o “decente” como le
decimos en Perú.
La contradanza entonces, llegó de la
extraña y muy alejada Normandía a Cuba, y así lo confirma también el
célebre lexicógrafo Bouillet quien
confirma que de todas las danzas que se
conocían y que se bailaban en la misma Francia y para el siglo XVII, es solamente la Contradanza la que sobrevivió, ya había desaparecido el popular minué en el siglo XVIII, y también
había desaparecido la gavota cuando
sentó sus reales el Imperio.
Otro investigador
y estudioso en la materia como don Serafín
Ramírez afirma que a la contradanza
normanda, adaptada luego en Inglaterra, y adoptada en Francia, pues cuando
llegó a Cuba sufrió adaptaciones al ritmo
criollo, por eso escribió el autor en mención lo siguiente “que las figuras
que en aquella se hacían, llamadas pantalón, pastourelle, galop, eté, trenisee
y chaisse-croisé, fueran substituidas por la bajada y subida, por la cadena y
cedazo de la nuestra”.
En Cuba existieron profesores del género de
composición, denominado la Contradanza bajo
comento, y para ser estrictos, la etimología de la palabra contradanza proviene
a su vez del término country-dance de la
imperial Inglaterra, y, para más detalles y abundancia, pues nos remitimos a
los estudios precisos que hicieron en su momento los célebres Rousseau, Littré, Turbri, Fargas y con
esas fuentes privilegiadas y de alto nivel, no quedará ningún resquicio de
dudas sobre lo que venimos afirmando.
En Cuba, desde
siempre, el baile fue social y culturalmente muy importante, y signo distintivo
de la Isla; la preocupación y cultivo del baile o danza fue de primer orden y
con la mayor fundamentación y escuela, era preocupación no solamente de la
gente principal, sino también, del pueblo en general. La historia confirmada da
cuenta que en Cuba y a la mitad del revolucionario siglo XVIII, abundaban en la
principal ciudad de La Habana,
sendas y afamadas academias de danza, en donde por razonables precios y montos,
--y según lo indican las publicaciones diarias de esos años--, se enseñaba el minué, clasificado en “serio, común, de la corte, con allegro de Gavota, alemanado, del
dengue (compuesto en esta ciudad), escocés, nuevo, afandangado, campestre y pastoral;
la Contradanza, de moda española, rusa e inglesa; los Rigodones; el baile
inglés de una, dos y cuatro personas y el Vals figurado, ruso, francés, y de la
mousarrina”.
Creo que
queda perfectamente claro que la preocupación cultural y musical del hombre
culto y principal de Cuba no era África en modo alguno, sino Europa, y los negros en Cuba, no tenían como
referente al África en modo alguno, sino que su referente y su aspiración y
deseos, se iban en ojos y oídos, en querer aprender a bailar, y a tocar esos
bellos y mágicos instrumentos europeos que sonaban bellamente en las fiestas
‘de sociedad’.
Es más, está
bien documentado que para 1832, se abrió en la céntrica calle de los Oficios, número
66, en La Habana, senda academia de
baile o danza, donde se enseñaban tanto los bailes nacionales, como también el
fandango, las gaditanas, las sevillanas, las rondeñas, las seguidillas, las malagueñas,
el olé, las guarachas, entre ellas, la del dengue con castañuelas, zapateado de
Cádiz, panaderos, la cachucha, alemanados de moda, etcétera; es decir, Cuba
vivía preocupada de la música y la danza europea, y la cultivaba y la
practicaban con delección, --también empezaron a crearse los bailes oriundos
cubanos que no eran otra cosa que la fusión con las modas y danzas europeas--,
y para ello existían músicos profesionales siempre, el oído musical cubano se
perfiló y se agudizó y se afinó, y para el siglo XX ya eran maestros consumados
y quedaron listos para crear sus propios géneros musicales que causaron
admiración en el universo.
(Fin de la primera
parte)
Lima, 24 de abril del 2016
Jaime Del
Castillo Jaramillo
Abogado
egresado de la U.N.M.S.M. con más de 25 años de ejercicio profesional y cuenta
con estudio jurídico abierto; politólogo con más de 20 años de ejercicio
profesional; periodista, fundador y director del programa radial y televisivo
‘Yo, Sí Opino’ (censurado en TV y cerrado cinco veces en radio); Maestría en
Ciencia Política con la tesis “Pensamiento Político peruano insuficiente y
epidérmico causa de nuestro subdesarrollo político”; Post Grado internacional
en Ciencia Política otorgado por la UCES – Universidad de Ciencias
Empresariales y Sociales de Buenos Aires-Argentina graduado con la tesis:
“Crisis terminal de los Partidos Políticos en el Perú”; catedrático
universitario de ‘Historia del Pensamiento Político”, “Filosofía Política”,
“Metodología de la investigación en Ciencia Política”, “Realidad Nacional”;
“Análisis Político”, “Ciencia Política”, etc.; blogger, comunicador social,
articulista y conferencista.
http://fororepublicanoperu.blogspot.com
@jaimedelcastill
yeagob2@gmail.com
https://www.facebook.com/jdelcastillojaramillo
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