miércoles, 15 de marzo de 2017

Redman, Hawkins y Henderson los revolucionarios del swing. De lejanas tierras llegaron tres músicos a la capital del mundo para transformar definitivamente la forma de hacer el jazz. Historia del Jazz. Parte XXX




Redman, Hawkins y Henderson los revolucionarios del swing

De lejanas tierras llegaron tres músicos a la capital del mundo para transformar definitivamente la forma de hacer el jazz. Historia del Jazz. Parte XXX




Por:    Jaime Del Castillo Jaramillo





En la excepcional Big Band del maestro Henderson, destacó un excepcional músico, el mismo que con sus originales arreglos musicales le imprimió poderosa y sólida influencia a la banda de Fletcher, nos referimos al célebre Don Redman, (Donald Matthews Redman, fue destacado arreglista, compositor, director de orquesta, cantante, clarinetista, oboísta y saxofonista, experto en swing, nació un 29/7/1900 en Piedmont, Virginia Occidental, y fallece un 30/11/1964, en Nueva York), y quien fuera una pieza fundamental en la creación de los nuevos sonidos y ritmos de excepcional calidad musical en las piezas de baile, ya que Don Redman fu el artífice prodigioso que enlazó magistralmente el nuevo jazz con la era del swing.


Don Redman como músico y arreglista en la Big Band de Henderson, fue el responsable de la gran revolución musical con el nuevo sonido del jazz y por cierto, abrieron la era del swing convirtiéndose en los prototipos de la nueva estética jazzística.



Don Redman fue a la universidad en el sur, de su origen y procedencia, pero, y tan igual que Henderson: su destino era llegar a New York donde encontró su fuente de trabajo ideal y floreciente en el campo musical (igual destino correría el gran maestro músico Coleman Hawkins, quien destacaría trascendentalmente luego de su llegada a la Gran Manzana).


El maestro Redman desde niño y en su Virginia occidental, --donde naciera para el 1900--, descolló como un prodigioso músico multi-instrumentista, por ello es que logró posteriormente, ser un destacado arreglista, porque tenía mucha facilidad para fusionar magistralmente las ventajas y atributos y singularidades de cada instrumento musical que conocía bien y en ese campo fue todo un pionero, por ello, Redman es el gran revolucionario de la era del swing dentro de la gran época de las Big Band.



Fue entrando la década de los años 20’ del siglo pasado, que el joven músico Don Redman hizo giras con los Broadway Syncopators de Billy Paige, desempeñándose en el clarinete y los saxofones, obviamente que ya hacía arreglos para dicha banda y cuando llegaron a Nueva York, Redman llega a conocer al maestro Henderson y mucho antes que Fletcher formara su célebre Big Band. Fue específicamente en los estudios de grabación donde se conocieron y cuando el joven Henderson se desempeñaba como músico de planta del famoso salón Roseland. Fletcher por cierto, no dudó en fichar al prodigioso músico Don Redman para su nuevo proyecto musical.


El caso del maestro Coleman Hawkins, (gran maestro saxofonista y clarinetista, su estilo se encuentra dentro del swing y del bop, nació un 21/11/1904 en St. Joseph, Misuri y falleció un 19/05/1969 en Nueva York) no fue diferente al de Redman, en cuando a su vinculación con Fletcher Henderson, ya que Hawkins también provenía desde el noreste, desde la lejana St. Joseph en Missouri, de dónde provino con cierta formación musical de nivel académico, toda vez que asistió al Washburn College, donde había estudiado armonía y composición, muy a pesar que no hay documentos que lo prueben.



Coleman Hawkins se destacó tempranamente en el mundo de la música, toda vez que aprendió piano a sus escasos cinco años de edad y dos años después ya estaba sorprendiendo con sus adelantos en el violonchelo. Y al cumplir sus 9 años de edad, sus padres le regalaron un saxofón, no sorprendió entonces que a sus tempranos doce años ya tocara en los bailes de la escuela.



Fue para 1921 que el jovencito Hawkins se unió a las giras de la famosa cantante Mamie Smith, la misma que había logrado el éxito absoluto y rotundo, grabando el tema “Crazy Blues” un año antes y cuyas ventas millonarias despertaron la codicia y la ambición de los race records o mejor dicho, las disqueras manejadas por gente de color.


Con Mamie Smith el jovencito músico Hawkins aprendió como mostrar y demostrar su arte musical por ante grandes multitudes y en importantes teatros, también aprendió el oficio y los trucos de la carrera discográfica, --(eso fue desde el temprano mayo de 1922)--, y por cierto, llegó a Nueva York donde adquiría fama universal y definitiva en el mundo del jazz.



Para el verano de 1923 del siglo pasado, el músico profesional Hawkins ya no estaba en la banda musical de Mamie Smith, para esa coyuntura ya estaba grabando con el maestro Henderson. Redman hacía sus novedosos y sorprendentes arreglos musicales, en soledad y encerrado en su estudio; mientras Hawkins era la estrella en tarima y brillando como solista de la Big Band de Fletcher, normalmente con el saxo tenor, aunque también con el clarinete, el saxofón en do, el barítono o el bajo, sus juveniles dotes y genio de multi-instrumentista nunca decayeron, muy al contrario.



Nunca lo olvidemos: en la época en la que el maestro Hawkins desarrolló novedosos y originales sonidos de saxo para el Jazz, toda la familia del saxofón era desconocida para la música sinfónica y solamente las bandas militares le daban uso. En el jazz de extracción popular, el saxo se usaba desde los primeros años del pasado siglo XX, pero no existía una respetada y sólida tradición y menos aún, un conjunto aceptado de técnicas instrumentales para el tantas veces mencionado saxofón.



Y ese vacío y esa necesidad, la llenaría el maestro Hawkins, aunque había maestros saxofonistas de jazz previos y que el mismo Hawkins respetaba y mencionaba, tales como Stump Evans, Prince Robinson y Happy Caldwell. Y tampoco se puede soslayar al maestro Sidney Bechet, quien ya había dejado destacables aportaciones para la instrumentación del saxofón en el jazz. Pero con todo y ello, antes de Hawkins el saxofón no tenía la tradición y el reconocimiento o liderazgo de la corneta o del clarinete como importante agente solista en el jazz.



Con justicia entonces, se le conoce al gran maestro Coleman Hawkins como el “padre” del saxo tenor.


(Fin de la parte XXX)



Lima,  15 de marzo del 2017

Jaime Del Castillo Jaramillo

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