martes, 5 de febrero de 2019

Bebop nace en los sótanos de la música no comercial y rebelde. La rítmica impulsiva y revolucionaria y no el metal y la caña, crearon el Bebop. Historia del Jazz. Parte XLIV

Bebop nace en los sótanos de la música no comercial y rebelde. La rítmica impulsiva y revolucionaria y no el metal y la caña, crearon el Bebop.  Historia del Jazz. Parte XLIV















Por:    Jaime Del Castillo Jaramillo










JAZZ MODERNO A PARTIR DE LOS AÑOS 40’









BEBOP: REVOLUCIÓN MUSICAL












El jazz, siempre fue singular y especial arte progresista, que sumaba o fusionaba continuamente nuevas técnicas, diferentes armonías e infinidad de ritmos y melodía, sin importar si eran sencillos o  complejos: Esa es la esencia y la matriz y la personalidad real y verdadera del JAZZ, o sea, Libertad y Creatividad y buen gusto.






Pero, el camino nunca fue fácil, el racismo y la diferencia de segmentos sociales y económicos fue el principal enemigo del Jazz, en suma, el Jazz sufrió mucho, por un lado, eran las críticas crueles y despiadadas de las clases poderosas o pudientes, contra la música de los negros o mejor dicho, de los pobres hambrientos  y desarrapados; de otro lado, eran los mismos negros “superados” quienes criticaban a otros negros pobres por desarrollar música atrevida o insoportable o insulsa, dependiendo la coyuntura o los humores, en verdad, no fue fácil, nada fácil, pero la creatividad estaba ahí, y era el principal insumo y el enamorado corazón de la música jazz.








Con la música pura del Jazz: el espíritu de progreso, de libertad, de competencia, de calidad, de creatividad y de coraje, estaba más fortalecido que nunca, siempre vital, siempre fresco, siempre inteligente.








Fueron los durísimos años cuarenta y en medio del fragor de la II Guerra Mundial, cuando el Jazz cambió para siempre, porque tomó cuerpo, forma, técnica, y pensamientos diferentes y superiores, el Jazz se modernizó en esa década gloriosa. Fue una coyuntura global de crisis, angustia, guerra y necesidades.








El germen vital, estuvo en las desenfadadas, alegres y noctámbulas  Jam Sessions; pero también, en las agotadoras, rudas y lejanas giras de los grupos musicales itinerantes, ellos eran los verdaderos pioneros, quienes con oreja abierta y despierta, y con ojos avisores, estaban atentos a nuevos ritmos, voces, estilos, técnicas y personajes del mundo musical, y esos anónimos y valiosos aportes, los iban sumando a su acerbo, en su rodar y rodar por los polvorientos caminos de su destino hacia adelante y haciendo Jazz itinerante.







En esos tiempos, para las bandas musicales itinerantes, no interesaba ganar dinero, o hacer comercio con la música, lo que interesaba era comer y divertirse, o mejor dicho sobrevivir con la música a cuestas o morir con la música como compañera fiel. Eran coyunturas duras, rudas y la música buscaba no morir, buscaba simplemente sobrevivir.






Obviamente, que la prensa escrita, ni los miraba, ni los apreciaba, ni los comprendía, por eso hay poca documentación sobre esa heroica pero proteica época de revolución venidera.






Aquí se nominan ya, a músicos de culto, pero ocultos, aquí ya sonaban estrellas de la música Jazz, pero hundidos en socavones culturales y donde eran pocos, los que los amaban y los admiraban por su bello arte musical. Algunos de esos fanáticos lograron hacer precarias grabaciones que hoy sirven como valiosos documentos. En suma: El Jazz ya no era objeto y sujeto de multitudes, ahora el Jazz moderno empieza creando pequeños focos o núcleos de cultura musical nueva. Las multitudes todavía no los conocían, pero ellos iban avanzando y creando música nueva en el Jazz, pero hundidos y lejos del gran público.








En definitiva, el primer jazz moderno es el Bebop, que significó, la  rebelión contra los posicionados símbolos o íconos populares de la bien difundida música popular del swing.







El Jazz moderno de los años 40’, trajo un cambio sustantivo y fácil de percibir, y es su estilo más eficaz, nítido, individualista y más penetrante de los nuevos y revolucionarios beboppers, por lo tanto, enterraron muchos estilos, usos y costumbres de la música de preguerra, como por ejemplo: Los clásicos y sencillos riffs, las letras para tararear, la fácil utilización de música para bailes y las pesadas planchas discursivas musicales de las antiguas big bands, basadas en las secciones de metal y cañas.






Obviamente, que no todo cambió, por cierto, como por ejemplo: el formato de canción en treinta y dos compases, así como, el blues de doce compases, los mismos que fueron la plantilla matriz de los nuevos maestros del Bebop.







Las pioneras producciones del bebop, buscaron diferenciarse inmediatamente en el mundo del jazz que querían iluminar y encender, y para ello, usaron nombres llamativos o exóticos a sus primeras producciones o complejas nuevas melodías, las mismas que tenían como pista base, los acordes bases de conocidos temas. Por ejemplo, el clásico tema: “Anthropology”



la misma que tomó prestada, la melodía base del conocido tema “I Got Rhythm”,







y, el otro ejemplo tipo, fue el clásico tema del Bebop: “Ornithology”





quien tomó prestada la melodía base el tema: “How High the Moon”.








Con los beboppers, renacieron los pequeños combos y preferentemente, donde los instrumentos básicos eran: el piano, el contrabajo y la obligatoria batería, también la guitarra, el saxo, la trompeta y el trombón.








El cambio radical, estuvo en las líneas de improvisación, las mismas que se hicieron más veloces, nerviosas y más brillantes y obviamente, más complejas.







Los pioneros Beboppers, no solamente producían velocidad musical, también construyeron, sentidas y largas baladas.






La revolución del Bebop entonces, fue pura y neta velocidad sobre las líneas  melódicas del jazz antiguo, vale decir, los Beboppers se cansaron de la abundante y comercial producción del swing y de las Big Bands, y querían vida, gritos de libertad, voces, brillos y fuegos artificiales, que saquen de la modorra o del estancamiento musical comercial, en que aparentemente habría incurrido el Jazz de preguerra. Es por eso, que el gran maestro Charlie Parker, dijo que, un improvisador, debía ser capaz de usar cualquier nota en cualquier acorde, siendo todo cuestión de colocarla en el contexto correcto.






Otra característica central y sustancial, de la música revolucionaria del Bebop, fue su capacidad y atributo de simplificación extrema, en cuanto a sus arreglos. Y es que los pioneros beboppers, amaban las producciones melódicas monofónicas, y huían de las sábanas de envoltura musical, a que había acostumbrado o distinguía a las tradicionales big band. Es por eso que, así ejecuten dos o más instrumentos de viento (siendo la pareja ideal del conjunto bop, el saxofón y la trompeta), siempre ejecutarán el tema al unísono y en versiones cortas, pero efectivas. Vale decir, los beboppers, huían de las composiciones largas o extensas, tal como era la costumbre tradicional ya, del jazz de preguerra. 







Otra característica imprescindible de los revolucionarios Beboppers, es que privilegiaban los solos instrumentales, es decir, preferían la sustancia a la formalidad. Normalmente, hacían introducciones y codas, pero no más de cuatro compases, para luego pasar inmediatamente a su paraíso sustancioso o de contenido, de la enjundiosa y colorida improvisación.






Muchos creen que el jazz moderno, fue creación del Saxo de Parker, o de la Trompeta de Gillespie, y no es así; el jazz moderno hervía en los sótanos socioculturales de la música, como lo hemos explicado, y el vivo fuego interior provino de las secciones rítmicas. Fueron las inquietudes y experimentaciones continuas de los músicos de la rítmica, quienes insuflaron la vena rebelde del jazz moderno. Ya nunca más, se siguió el viejo camino musical de la tríada maravillosa del Jazz primigenio y venerable: Nueva Orleans-Chicago-Nueva York, esa ruta pasó a ser historia, de la vieja tradición musical. Los nuevos pálpitos e ímpetus y bríos musicales que partieron de la rítmica en forma pionera, hicieron su propio camino al andar, marcaron nuevas rutas al Jazz, y ya estamos entonces en el nuevo mundo del Jazz Moderno.







El joven corazón viril, fértil y rítmico del nuevo Jazz, aparece vigoroso y en el medio oeste y también al suroeste norteamericano, y su núcleo central fue Kansas City. Es ahí, donde empezaron a escucharse los primeros  nerviosos sonidos brillantes del hi-hat de Jo Jones (Jonathan David Samuel Jones, nació el 7/10/1911 – 03/09/1985, más tarde fue llamado, Papa Jo Jones, nuestro Jo Jones es a menudo confundido por otro baterista importante, Philly Joe Jones); y también, las impresionantes líneas de guitarra del maravilloso Charlie Christian (nacido en Dallas, el 29/07/1916 - Nueva York, 02/03/1942, es considerado como la mayor influencia para mediados del siglo XX y sobre: Tiny Grimes, Barney Kessel, Herb Ellis, Wes Montgomery, George Benson, el maestro Christian se especializó en la guitarra eléctrica, con características de saxofonista, es ícono del bop); así mismo, las geniales creaciones en 4/4 del maestro Walter Page (nacido un 09/02/1900 - 20 de diciembre de 1957, famoso contrabajista, conocido por su estilo de walking bass. Page comenzó en la banda de Bennie Moten de 1918 a 1923 y para 1925 formó su propia banda: los Oklahoma City Blue Devils o Blue Devils y ahí se incorporó Count Basie en 1928. Para 1936, se incorporó a la Jones-Smith Incorporated, junto con Carl Smith, Jo Jones, Lester Young y Basie, este último cuando hizo su orquesta, incorpora a Page, y cuya célebre sección rítmica formaría parte junto con Jo Jones y el guitarrista Freddie Green); o el gran Jimmy Blanton (nacido el 05/10/1918 – 30/07/1942, contrabajista conocido como pionero del estilo pizzicato y por sus innovadores solos con el arco. Blanton empezó con el violín, y recién  tocó contrabajo cuando estudiaba en el Tennessee State University, y entre 1936 y 1937, y en sus vacaciones tocó con los Riverboat de Fate Marable. Profesionalmente tocó en St Louis con la Jeter-Pillars Orchestra. Para 1939, integró la banda de Duke Ellington, donde permaneció dos años, y ahí Blanton se consagró como solista y fue tan espectacular que sus innovaciones, sumaron al arte del saxofonista Ben Webster, y por eso la crítica llamó a esta maravillosa dupla: The Blanton–Webster Band. Blanton murió a los 23 años, pero su influencia duró más de dos décadas, en bajistas tan brillantes como Charles Mingus, Oscar Pettiford y Ray Brown); o el legendario Count Basie (William James Basie, nació el 21/08/1904, en Red Bank, Nueva Jersey, muere el 26/04/1984, con 79 años, en  Hollywood, Florida. Pianista, Líder de banda, director de orquesta, compositor, autobiógrafo, actor. Cincuenta años dirigió su big band de marcada influencia en diversos registros estilísticos. Su padre, Harvie Basie, tocaba el melófono y su madre, Lillian (Childs) Basie, era pianista. Recibió influencia directa del stride piano de Harlem, especialmente de Fats Waller. Empezó en el vodevil y en Kansas City hizo música en 1927. Se unió a los Walter Page's Blue Devils en julio de 1928 y el vocalista del grupo era el carismático Jimmy Rushing. Basie abandonó la banda a comienzos de 1929 y se fue con Bennie Moten, quien murió en 1935, luego Basie formó su banda llamada Barons of Rhythm, con músicos del finado Moten, tales como Walter Page (bajo), Freddie Green (guitarra), Jo Jones (batería) y Lester Young (saxofón tenor) y Jimmy Rushing como cantante. Tuvieron tal éxito que salieron de Kansas para 1936 y firmó con la Grand Terrace de Chicago, luego hizo conciertos en el Buffalo y en el Roseland en Nueva York. En enero de 1937, fue su primera grabación con Decca Records. Regresaron a Chicago y después se presentan en el Ritz Carlton Hotel en Boston. Su gran éxito fue "One O'Clock Jump" para septiembre de 1937 y por la gloria de dicho tema popular, fue incorporado al Grammy Hall of Fame. Basie regresa a Nueva York para 1938 y toca en el club The Famous Door, con mucho éxito. Para el invierno de 1938, triunfa exitosamente con el tema "Stop Beatin' Round the Mulberry Bush", cantado por Rushing. 1939 en Chicago, cambia de disquera, de Decca a Columbia Records, luego se fue a la Costa Oeste. Para 1940, realizó extensas giras hasta la entrada de Estados Unidos en la Segunda guerra mundial, en diciembre de 1941. Cuando estuvo en la costa oeste, con su orquesta y para 1943, participó en cinco películas: Hit Parade of 1943, Reveille with Beverly, Stage Door Canteen, Top Man y Crazy House. Grabó resonantes éxitos musicales del pop y del rhythm and blues: "I Didn't Know About You", "Red Bank Blues", "Rusty Dusty Blues", "Jimmy's Blues", "Blue Skies". 1947, cambia de disquera, a la RCA Victor Records, y grabó muchos éxitos más, tales como "Free Eats", "I Ain't Mad at You (You Ain't Mad at Me)", "One O'Clock Boogie", "Open the Door, Richard!", etc. Sufrió la crisis de las big bands y disolvió su orquesta, pero en 1952, volvió a formar otra big band y para salir de giras, ya era 1954, y su cantante era Joe Williams quien lo acompañaría hasta 1960. 1955, con Williams logra otro éxito, vía la placa: Count Basie Swings - Joe Williams Sings (Clef Records), en especial con el tema "Every Day (I Have the Blues)" que le valió entrar en el Grammy Hall of Fame. Otro gran éxito de 1956, fue su versión instrumental de "April in Paris". En 1962, Basie firmó con la disquera de Sinatra, Reprise Records, y grabó: Sinatra-Basie que fue otro éxito de los Top Five a inicios de 1963. A fines de los años 60’, grabó con Ella Fitzgerald (Ella and Basie!, 1963); otra vez Sinatra (It Might as Well Be Swing, 1964); Sammy Davis, Jr. (Our Shining Hour, 1965); the Mills Brothers (The Board of Directors, 1968); y con Jackie Wilson (Manufacturers of Soul, 1968). En los años 70 hizo muchas giras y firmó con disquera Pablo Records. Sufrió ataque al corazón en 1976 y murió de cáncer de páncreas en Hollywood, Florida en 1984), pues todo ellos, adelantaron elementos clave y fundamentales que definieron el pulso y el latido y la proyección rítmica del bebop.









El bebop, nunca lo olvidemos, es una expresión social básicamente, fue un sentir, una reacción, un fenómeno de protesta, una creación grupal, muchos de esos músicos eran despreciados, y mal considerados, por pertenecer a los sótanos y orillas marginales de la música norteamericana. Y entre esos músicos revolucionarios de la referencia, no estaban estrellas como Benny Goodman, sino, su guitarrista Charlie Christian; no estaba Duke Ellington, pero sí, su contrabajista Jimmy Blanton; no estaba Earl Hines, pero sí, su saxofonista Charlie Parker; no estaba Cab Calloway, pero sí, su trompetista Dizzy Gillespie; no estaba Coleman Hawkins, pero sí, su pianista Thelonious Monk; tampoco estaba el genial Louis Armstrong, pero sí, su saxofonista Dexter Gordon.







Todos estos músicos revolucionarios del Bop o Beboppers, no sufrían las presiones comerciales de sus empleadores, los directores de orquesta, los mismos que buscaban dinero y fama rápida. Todo estos músicos beboppers revolucionarios, eran simplemente, creadores de un arte desconocido, y en última instancia, eran perfectamente libres de crear música nueva y desconocida y hasta las últimas consecuencias y se regodeaban en ello, por eso la hacían lo más difícil posible.







(Fin de la parte XLIV)





Lima, 05 de febrero del 2019

Jaime Del Castillo Jaramillo

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@jaimedelcastill

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