Boogaloo: fenómeno musical de protesta que FANIA mató e
impuso malevamente su ‘SALSA-MONOPOLIO-MEDIOCRE’ de los años 70’
Poco, muy poco se
ha escrito sobre el Boogaloo, y de cómo fue, que el boogaloo es el antecedente
inmediato, directo y central de lo que se conoce como la ‘salsa’ neoyorkina. Lo
cierto es que, el boogaloo deviene en vital, cardinal y fundamental para poder
entender el fenómeno salsero de ayer y de hoy.
Y es que el
boogaloo fue una auténtica expresión popular y cultural que se hizo música. El
boogaloo fue antes, y esencialmente, una manifestación fenoménica social y
cultural de rechazo, de repudio, de indignación, de repelencia frente a lo que
sucedía en el entorno inmediato de la juventud afroamericana y de la juventud
latina en Harlem, en El Barrio, en New York y en EE.UU., en general, y eso se
enmarca en los años 60’ básicamente.
La música no puede
estar ajena a los acontecimientos, cambios y modas culturales, sociales,
económicas y políticas, en cada nación o país o régimen, y eso está mucho más
que probado. Y lo que pasó con el boogaloo es que primero aparece como un
malestar social y cultural y político, y luego ese malestar hecho fenómeno de
masas, se llevó a las partituras y a los conjuntos musicales, y luego a los
bailes masivos, y a las radios y disqueras, todo ello en medio de una guerra
sorda pero dura y sostenida de ruptura, de conflicto, de pleito, de angustia,
era la confrontación entre los que defendían el antiguo sistema que les daba
dinero y estabilidad, contra los que defendían el nuevo movimiento del
boogaloo, porque les daba libertad, identidad, y satisfacción y membresía de
lucha cultural, social y política de cambio.
En los agitados y
cambiantes años 60’, el contexto de coyuntura política de interés universal y
que promovió el conflicto, el cambio generacional y la ruptura, era el
siguiente: La revolución cubana que nunca fue marxista ni comunista en sus
orígenes; el perverso y abusivo bloqueo económico contra Cuba, que impuso el
gobierno de los EE.UU.; el invento de la píldora anticonceptiva, que dio
libertad sexual a la mujer; la moda de la minifalda, que escandalizó a los
gazmoños y ultraconservadores; la aparición de las drogas, como uso masivo
juvenil; la eclosión del rock and roll, como expresión directa y frontal de
cambio de patrón cultural; la generación de las flores: ‘Haz el amor y no la
guerra’; el célebre festival de Woodstock en los EE.UU., que reunió a medio
millón de jóvenes en una semana de contracultura absoluta; la aparición de los
hippies como personajes contraculturales definitivos; el liderazgo social y
cultural de Abbie Hoffman y de Jerry Rubin, los mismos que lideraron la
protesta y la multitudinaria marcha contra la guerra de Vietnam, en el contexto
de la convención del partido demócrata en Chicago, 1968, denominada ‘La
Conspiración de Chicago’; el profesor LSD Timothy Leary; la aparición violenta
de ‘Las Panteras Negras’; Malcolm X y su liderazgo de violencia negra contra el
blanco; la emergencia de ‘Los Young Lord Party’; Angela Davis y las protestas
negras del ‘Black Power’ en los ghetos de Los Angeles, Georgia, New York y
Chicago; las protestas estudiantiles contra el servicio militar obligatorio, en
las Universidades de Kent (Pennsilvania), Berkeley (California), Chicago; los
asesinatos escandalosos y aún irresueltos, contra los hermanos Kennedy, en 1965
fue asesinado John, siendo Presidente de los EE.UU., en Dallas, Texas, y luego
asesinan a su hermano Bob en el Hotel Ambassador, en Los Angeles, California,
un 5 de junio de 1968; asesinaron
también al líder negro Martin Luther King Jr., que luchaba por los derechos
civiles; la liberación sexual se acentúa y pregona; los personajes Joan Baez,
Bob Dylan, Jimmy Hendrix son ídolos juveniles; asesinato del Che Guevara en
Bolivia ordenado por la CIA; aparecen los poetas Beatnicks que apoyaron
decididamente a la juventud rebelde que exigía cambios y más derechos sociales;
el boogaloo es hijo predilecto de todas estas influencias, fenómenos, hechos, acontecimientos,
encrucijadas, problemas, circunstancias e intereses …
Hay una seria
discrepancia sobre lo que es, el boogaloo musicalmente hablando, muchos dicen
que es la mezcla de la guajira cubana con el rock, otros afirman que es el rhythm
and blue modificado, etc., etc., este modesto servidor cree que el boogaloo
lleva la impronta de la música cubana, y específicamente de la guajira cubana,
por su proyección de canto explicativo, que se aúna con las ondas del rock del
momento, y me fundamento, en que los exponentes y artistas musicales que
trataremos en breve, eran expertos en la ejecución de la música cubana en todos
sus géneros, esa era su especialidad, entonces, no hay que ser adivino para
acertar en que, fue la música cubana el soporte base o fundamental para ahí
afincar el nuevo ritmo del boogaloo con el aditivo o el sumatorio, del nuevo
ritmo que daría expedición o viabilidad al nuevo fenómeno musical y bailable
que la juventud pedía y exigía, como su nueva identidad, la identidad del
cambio.
La historia
registra como el “Club Palm Garden”, que se hallaba en el Midtown de Manhattan,
en la gran manzana, como el escenario donde los bailarines por el año de 1965
crean nuevos pasos y ritmos, era la juventud afroamericana y latina, la que se
reunía una vez a la semana. Y, el pionero era Pucho Brown y sus “Latin Soul
Brothers”, amén de otros conjuntos especializados, como el maestro Pete
Rodríguez, Joe Cuba y Johnny Colón, y por cierto el gran maestro trompetista
Tony Pabón, siendo Tony Pabón el que le pone el acento musical latino al
boogaloo, cuando compuso ‘Pete’s Boogaloo’ para Pete Rodríguez, siendo que
dicho tema fue el primer boogaloo para las radios neoyorkinas, según el
legendario Symphony Sid Torin. También de Tony Pabón y Pete Rodríguez es el
gran éxito ‘I like it, Like That’.
Tampoco se puede
obviar el gran éxito de Joe Cuba Sextet, el famoso ‘Push push’ o Bang Bang,
siendo un gran suceso este tema porque trepó al top de la lista billboard por
10 largas semanas y el mercado anglosajón lo recibió con gran aplauso, los
latinos ya entraron con fuerza al mercado anglosajón para quedarse. Lo mismo
podemos decir del gran maestro Johnny Colón en cuanto a su éxito ‘Boogaloo
Blue’, y otro tanto por el maestro pianista y arreglista Hector Rivera con su
hitazo ‘At the Party’ que para 1966 estuvo en el puesto 26 del billboard por
ocho semanas consecutivas.
Richie Ray que
estaba recién comenzando y aprendiendo del negocio, pensó que no podía
desperdiciar esa oportunidad de mostrar su talento de músico de academia y
compositor y genial arreglista, y se lanzó al mercado con gran éxito, ya que se
le considera como el primer innovador del ritmo boogaloo vía su LP de 1967
‘Jala jala y Boogaloo’.
Mención especial
merecen, el gran maestro Joe Bataan (de delincuente y presidiario, a gran
maestro renovador de los ritmos musicales en New York), considerado con mucha
justicia como el padre del Latin Soul con ‘Riot’, y al arriba mencionado, Pucho
Brown, quienes fueron los que lograron viabilizar el encuentro y conciliación,
tanto del boogaloo afroamericano con el Latin Boogaloo. Y con ello
enriquecieron el poder musical latino en New York, y así abonaron el terreno
para que la salsa aparezca en breve.
Recordemos que
antes del boogaloo, reinaba el mambo, la pachanga y las orquestas típicas
cubanas, o las célebres charangas, estamos a fines de los años 50’ y
despuntaban los agitados años 60’, y el máximo templo musical, era el mítico
local bailable ‘Palladium Ballroom’, pero para 1961, el famoso Palladium cae en
desgracia ante las autoridades, por denuncias de venta de bebidas alcohólicas
adulteradas, vinieron las abultadas y duras multas y la prohibición de expender
bebida alcohólicas, eso fue minando, desprestigiando y destruyendo al gran
palacio de la música latina, que se derrumbó y cayó finalmente, un 5 de mayo de
1966 (ese último día se presentaba la orquesta ‘La Magnífica’ de Pete
Rodríguez, y la orquesta de Richie Ray, precisamente las orquestas que ya
ofrecían el nuevo sonido del boogaloo), y al caer el Palladium Ballroom caen
muchas grandes orquestas, y también decaen ritmos como la pachanga y el formato
musical de la charanga.
El boogaloo se
identificaba en la pista de baile, porque los bailarines de color, le agregaron
un paso o movimiento de atraso o ‘back beat’, al rythm and blues. Y apuntemos
también aquí, que para 1961, el joven Ray Barreto grabó su afortunada placa
para la disquera Tico, el famoso ‘Watusi’ que estuvo 13 semanas en la posición
Nº 5 del billboard, y ese ‘Watusi’ tomó la rítmica de Hank Ballard y los
Mignighters, con su tema ‘Let’s Go, let’s Go’. También anotemos que para 1963,
el gran maestro conguero cubano Mongo Santamaría, logra un gran éxito musical
primogénito, con su ‘Watermelo Men’, que fuera escrita por Herbie Hancock que
integraba su famosa banda rítmica, ese tema trepó hasta el puesto 10 del
billboard. También anotemos que Eddie Palmieri en 1965 graba para el sello Tico
el gran éxito ‘Azúcar pa’ ti’, todos estos grandes éxitos avivaron el interés
del bailador negro de Harlem y New York, en los temas latinos, y resaltemos que
dichos temas eran claras expresiones musicales del Latin Boogaloo y el
Shing-A-Ling.
Y obviamente era el
contexto en el cual, la juventud afroamericana y latina, disfrutaban juntos de
su música, donde se presentaban en el mismo local, ya sea: The Suprems, The
Temptations, Marvin Gaye, James Brown, Joe Tex, y, por el lado latino estaban
Joe Cuba, Joey Pastrana, Lebrón Brothers, Eddie Palmieri, Pete Rodríguez, etc.,
obviamente que esta fusión enriquecía a los géneros musicales diferentes se
quiera o no, y de ahí tenían que salir nuevos híbridos musicales y nuevas
creaciones bailables, o mejor dicho, en esos salones de baile, al amor de las
cinturas cimbreantes y del sudor de la pasión por la música, se fraguaría la
revolución musical, y por exigencia
misma del bailador, y también por exigencia de los empresarios, que veían más y
más ganancias, con más y más bailes.
Pero aquí quiero
precisar lo siguiente: Que el boogaloo nunca prescindió ni del tambor o conga y
de la campana. Que todo el proceso revolucionario de caídas y desapariciones, y
emergencias y erupciones y erecciones musicales rítmicas, que estamos aquí estudiando,
en ninguno de estos casos decayó o se dejó de usar en modo algo la conga o
tumbadora y el cencerro, vale decir que, la presencia matriz universal musical
cubana, siempre estuvo ahí. Y otra cosa, que también quiero que quede bien
claro aquí: el negro de Harlem, el negro de El Barrio, el negro de New York, y
el negro latino en general, quienes bailaban como hermanos en el mismo local y
con música a su gusto, pues todos ellos nunca renunciaron ni a la conga o
tumbadora ni al cencerro o campana. Y esos instrumentos bases de la música
cubana y del Latin Jazz, son los contrafuertes, son los parapetos, son los
grandes muros que nunca se abandonaron, muy al contrario fueron la base, el
faro y el fundamento, tanto del boogaloo como de los desarrollos musicales
posteriores, siempre, de tal forma que no estamos hablando de un nuevo género
musical, pero sí de una moda, y una moda no es un género musical.
Precisiones:
SALSA para nosotros
es, Música Cubana matriz universal y sus derivados, nada más, eso es SALSA para
nosotros, por lo tanto, no perdamos el tiempo con las definiciones que se
pierden en los meandros obscuros de la música afro, de la música latina, de la
música caribeña o de la música americana, eso no nos ayuda a entender lo
cardinal, vayamos directamente a la esencia nodal y central: SALSA ES MÚSICA
CUBANA MATRIZ UNIVERSAL Y SUS DERIVADOS … ESO ES SALSA PARA NOSOTROS
No existe otro país
o nación que haya creado el SON MONTUNO, LA RUMBA, LA GUARACHA, EL GUAGUANCO,
EL MAMBO, EL CHA CHA CHÁ, EL MOZAMBIQUE, LA COLUMBIA, EL BOLERO, etc., que son
GÉNEROS MUSICALES que alimentaron y alimentan hasta hoy a lo que se llama
SALSA, y esos géneros musicales le pertenecen a CUBA y nada más que a Cuba, nos
guste o no, lo demás es repetición esencial y estructural en su matriz
universal, y se le llama comercialmente SALSA a partir de New York. Buena o
mala repetición o sus derivados o combinaciones, pero sigue siendo CUBA MUSICAL
la esencia y la sustancia y el patrón, y con sus géneros musicales antedichos,
y eso se llama SALSA hoy.
Continuación:
Y tan cierto es,
que el boogaloo fue más un estado mental y de ánimo, una circunstancia
histórico política-cultural muy aguda de cambios, tal como se ha explicado
líneas arriba, y que la música lo único que hizo fue, darle la rítmica de
cambio que pedía el bailador, el mismo que quería demostrar social y
culturalmente, que estaba apostando por el cambio en su medio, con una nueva
identidad, y es así y solamente así, que la lírica del boogaloo introduce el
idioma inglés, dando a entender que la realidad neoyorkina y norteamericana le
interesaba y le incumbía a su manera y a su estilo, y los afroamericanos y los
latinos bailadores y promotores del boogaloo, se fundieron en ese ritmo que
usaba el idioma español y el anglosajón en los mismos temas bailables.
Así aparece la
nueva identidad con el boogaloo, incluyendo lírica anglosajona en maridaje con
el español de la música cubana, como se ha dicho, y bailándose diferente al
mambo y al cha cha chá; el boogaloo se bailaba con paso como de ‘borrachos’,
con ostensible movimiento de pelvis, el cuerpo vibraba en el baile, y se agregó
el chasquido de los dedos pulgar y singular. Obviamente la vestimenta sufrió
grandes cambios, ya no se usaban los ternos elegantes de color obscuro, ahora se
usaban chaquetas, pantalones color azul naval, mayormente desteñidos o jeans, y
también empezó a usarse polos con figuras sicodélicas. Y con esa onda que causó
furor juvenil, se hicieron populares Joey Pastrana, Ralphy Pagán, Joe Bataan,
King Nando, el Sexteto New Swing, y la TNT, en EL BARRIO, New York, y una
característica distintiva de estos grupos eran sus baladas barnizadas con soul
y ritmos latinos. Sobretodo recordemos que Fernando Rivera o King Nando, se
popularizó por sus Shing-A-Ling, sobre todo con su composición ‘Fortuna’, donde
evocaba a su Puerto Rico.
Por su parte, los
grandes maestros de los 50’, tenían una posición particular con respecto al
boogaloo, por ejemplo, para 1965 el maestro conguero Mongo Santamaría firma
para el sello Columbia Records, anteriormente había grabado cinco placas para
las disqueras Battle y Riverside. Y con la disquera mencionada, Columbia
Records aumenta la popularidad del cubano Mongo Santamaría, específicamente con
sus LP ‘El Bravo’ y ‘Pussy Cat’, pero para 1966, el conguero de la referencia, sintió
el duro embate del boogaloo, ya que disminuyó el trabajo no solamente para Mongo
Santamaría, sino para todas las grandes orquestas que no tocaban boogaloo.
Habían aparecido muchos conjuntos y bandas musicales que hacían boogaloo, y los
bailadores los preferían y asistían masivamente a sus bailes, por lo tanto, el
cambio fue drástico, casi súbito, y muchas orquestas de antiguo predicamento
quedaron fuera del mercado. Fue una situación crítica que asustó a FANIA y a los
que pretendían hacerse del mercado de la música latina.
El gran maestro Joe
Quijano y su orquesta Cachana no soportó más, y les envía un cañonazo a los
seguidores del boogaloo, grabando el tema ‘Lo del boogaloo’ donde menosprecia y
ningunea a la nueva corriente musical de la referencia; y tal como lo contó en
una entrevista, el mismo Joe Quijano, es que vio a Johnny Pacheco de FANIA,
como renegaba con furia contra el boogaloo, porque les estaba quitando trabajo,
y destruyendo a muchas orquestas.
Sin embargo, el
inteligente Joe Quijano, también hizo boogaloo, y graba un LP solamente de
boogaloo y Shing-A-Ling, que era la moda musical del momento, y además
experimentó el ritmo ‘Wobble’, --que era rítmica negra--, que se puede
encontrar en el volumen 5 de su orquesta Cachana, con su disquera Cesta
Records. En cambio Johnny Pacheco nunca grabó ni boogaloo, ni Shing-A-Ling.
Pacheco nunca fue de experimentar o de inventar ritmos musicales, Pacheco
repetía hasta el cansancio lo que daba dinero y movía a los bailadores, esa
siempre fue su fórmula.
Por su lado El Gran
Combo de Puerto Rico, también se puso rebelde y retrechero con el boogaloo, y
se negó a interpretarlo, pero el mercado estaba duro, y se quedaron sin
trabajo, entonces el hambre y la necesidad fueron buenos consejeros, y entraron
al ritmo del boogaloo, y para el año 1967 imprimen su placa ‘Boogaloo con el
Gran Combo’ y gracias a ese LP reciben su segundo disco de oro. Y hay que
anotar aquí, que antes de ese LP ganador de la referencia, ya El Gran Combo
habían grabado 12 placas. Pero la fiebre del boogaloo fue tan fuerte que El
Gran Combo de haber tenido cinco a seis años en la televisión con el show del
medio día, y hasta programa radial diario, pues desaparecieron, los despidieron
y no tuvieron trabajo por un buen tiempo, no vendían discos y hasta la disquera
los despidió. Fue así de terrible, la grave crisis que sufrieron las grandes
orquestas por la fiebre del boogaloo que duró de 1968 a 1971. En esa etapa de
angustia, hambre y necesidad, fue que Andy Montañez hipoteca su casa para poder
financiar un LP a El Gran Combo de Puerto Rico.
Fue en esa
circunstancia específica de grave crisis, para las grandes orquestas y artistas
que no tocaban boogaloo, que FANIA decidió apretar criminalmente la garra de
hierro y monopolizar todo, o simplemente desaparecía como disquera. Y así fue,
como FANIA decide matar al boogaloo al precio que sea, como sea y donde sea.
Todo por dinero, todo por la pelea del mercado, todo por no desaparecer, no
quisieron adaptarse a la sensibilidad popular y social, sino que a la mala, con
perversidad, se fueron en contra de los deseos sociales y culturales, e
impusieron y antepusieron sus intereses mafiosos y mercantiles, antes que
respetar y ceder ante el arte y la corriente cultural del momento.
Eddie Palmieri y su
hermano Charlie, al igual que El Gran Combo, se vieron seriamente afectados por
el boogaloo, no tenían trabajo, y el boogaloo y sus conjuntos musicales estaban
calientes y bien solicitados, por eso que de mala gana y por necesidad al final
de la fiebre del boogaloo Eddie Palmieri se decide a grabar boogaloo en su
famoso álbum ‘Champagne’, y su hermano Charlie también graba boogaloo, vía su
LP ‘Latin Boogaloo’, y hasta el gran maestro Arsenio Rodríguez se vio
seriamente afectado, que tuvo que grabar un boogaloo mediocre que no estaba a
su altura, porque ese no era su rubro musical, pero en general, las grandes
orquestas sintieron la grave crisis, no tenían trabajo, y estamos hablando de
Tito Puente, Machito, Tito Rodríguez, Joe Quijano, Johnny Pacheco, Vicentico
Valdes, Orquesta Broadway, Orlando Marín, Pupy Legarretta, etc., o sea el
boogaloo marcó historia para bien y para mal, dejó muchas enseñanzas, y dejó
muchas cicatrices, pero sobre todo, nos muestra la potencia del mal, el poder criminal y malevo de FANIA.
Tito Puente estuvo
muy reacio a grabar boogaloo, pero también se vio mermado en los contratos y
trabajos, y para su buena suerte, aparece en escena la cantante cubana La Lupe
que ya había grabado con Mongo Santamaría, y se había convertido en estrella en
New York, y para 1964, La Lupe se presenta con Tito Puente en el Bronx’s Loews
Boulevard Theatre, y se consolida su carreta con el rey del timbal, la voz de
La Lupe encajó bien con el espíritu del boogaloo, ya que su canto sentido,
hiriente, marginal y heterodoxo, calzaba muy bien con la nueva onda rebelde
musical del boogaloo como se ha dicho. La disquera Tico, registra la placa de
La Lupe y Tito Puente a ritmo de boogaloo ‘Puente swings, the exciting Lupe Sings’
era 1965. Luego romperían ambas estrellas, por los caracteres difíciles, tanto
de Tito Puente como de La Lupe.
Fue diferente el
caso de Ricardo Ray, ya que este cazurro pianista, estaba con todas las ganas
de hacerse de un espacio en el competitivo mundo musical neoyorkino, y el
boogaloo fue el pretexto y la oportunidad para mostrar sus buenas condiciones
de músico, compositor y arreglista y así fue. En 1966 produce una placa
considerada como de vanguardia musical en New York, se trata del LP ‘Se soltó/On
the Loose’, y que incluyó sus grandes éxitos ‘Danzon boogaloo’ y ‘Lookie
lookie’, donde Richie Ray le imprime fuerte acento latino o cubano al boogaloo
en maridaje con el soul y el rhythm and blues afroamericano, eso fue un éxito
total. Para eso ya Ricardo Ray, estaba fichado para la disquera Alegre Records,
y Pancho Cristal como productor se llenó de gloria.
Ricardo Ray estuvo
muy comprometido con el boogaloo, tan es así que en la famosa reunión musical
de New York, y que fuera grabado en tres placas como, las famosas ‘Descargas
Live at the Village Gate’, pues ahí se encuentra el tema de Richie Ray
‘Descarga Boogaloo’, que obviamente marcaba la diferencia con respecto a los
temas musicales que se desarrollaron esa noche memorable. Recordemos que ahí participaron
Cheo Feliciano y Monguito El Único como los soneros y cantantes principales, y
los formatos musicales eran la de conjuntos, que no pasaban de ocho a nueve miembros, ya no se regresaría
más, a la era de las Big Bands.
Ese fue el contexto
en que FANIA con sus ‘tigrillos’ Willie Colon y Hector Lavoe graban el tema
‘Eso se baila así’, para responder de pura rabia y despecho, a Ricardo Ray,
donde Hector Lavoe dice que el boogaloo no va con él y ‘vete pa’ llá’, y Richie
Ray y Bobby Cruz responden con el tema ‘Que se rían’ tanto a Joe Quijano como a
la dupla chirriante: Willie Colón y Hector Lavoe.
Mientras tanto, la
poderosa onda expansiva musical del boogaloo, llegó hasta Centro y Sudamérica,
y pegó muy fuerte, en Venezuela, Panamá, Colombia, Curazao y Perú. Nuestro
país, como siempre, en la línea de la buena música, inmediatamente levantó
orquestas y conjuntos que desarrollaron el Boogaloo en las tierras incas. Sobre
todo destaca brillantemente nuestro eximio pianista Alfredito Linares, toda una
leyenda de la salsa de oro peruana, y graba un original tema ‘Yo traigo
boogaloo’ que canta Kiko Fuentes, y hasta se dio el lujo el peruano Alfredito
Linares de inventar un tema experimental titulado ‘Mambo-Rock’, que hasta el
día de hoy sigue siendo escuchado y alabado. De otro lado, se forma el famoso “Combo
de Pepe Hernández” con Alfredito Linares en el piano, y se graban temas en la
línea del boogaloo como ‘Yo traigo boogaloo’, ‘Bailando boogaloo’ entre otros. Asimismo
aparece otra singular orquesta peruana muy singular y que hizo historia dentro
y fuera del país por su originalidad, nos referimos a “Pepe Moreno y su All
Stars” que se internacionalizó con su pegajoso tema ‘Boogaloo bola’, que era
una fusión de mambo, twist y cha cha chá, y también alcanzó
internacionalización su famoso tema ‘Boogaloo de cantinflitas’, que usaban los
cómicos de diferentes países, para interpretar al famoso bufo mexicano.
Es decir, que Perú
siempre fue potencia salsera sudamericana, en todos los tiempos, y precisamente
en el período de poderosa influencia del boogaloo que procedía de New York, en
Perú estuvimos sintonizados y afinados y afincados con lo último de la música
que nos apasiona, con buenas orquestas, cantantes y músicos que destacaron y destacan
hasta hoy como es el caso del gran maestro Alfredito Linares, hoy radicado en
Colombia, y requerido y apreciado musicalmente, y totalmente activo en el arte
hasta la fecha.
Como lo advertíamos
líneas arriba, el boogaloo fue asesinado por conjura criminal, maleva y
perversa de sus enemigos, eso ya está documentado y debidamente probado. Se
reunieron para matar al boogaloo, cuales asesinos del gran César: los viejos
líderes de las grandes bandas, ciertos promotores de bailes, y el conocido disc
jockey (se supone sea Polito Vega o Symphony Sid Torin).
La mafia FANIA y
sus compinches del mundo musical se aliaron, y empezaron a cortarles contratos
en los locales de baile, y a exigirles poca paga a los conjuntos de boogaloo,
además, ya no radiaban sus temas en las radios, y ya no les grababan sus
producciones en las disqueras: el maldito MONOPOLIO FANIA los mató, a la mala,
a lo criminal, en delincuencia pura. Todos los conjuntos de boogaloo,
decidieron unirse y protestar contra la arremetida delincuencial y mafiosa de
FANIA y otros, y no pudieron, el capital se impuso, FANIA ganó. Mataron al
boogaloo.
Ese fue el momento
en que FANIA, solamente abría sus puertas argolleras y mafiosas a sus amigos y
cómplices, entonces, los que se sometían a FANIA tenían acceso a las radios,
podían grabar sus discos, y podían ser contratados en los locales de baile, así
fue de maldito ese sistema FANIA, pura delincuencia, puro negocio, puro
billete, fue FANIA quien definió la música de los 70’ a la mala, a lo chusco, a
lo delincuente.
La música FANIA de
los 70’ no fue ARTE, fue delincuencia, fue abuso, fue imposición bruta, fue
prepotencia, fue argolla de pillos. Algunos sagaces y cazurros que hicieron
boogaloo se echaron a FANIA y filtraron algunos temas de boogaloo en la placa
de Fania titulada ‘Live at The Red Garter, Vol 1’, y también en ‘Live at The
Red Garter, Vol 2’, por ejemplo en la primera placa aquí consignada de FANIA,
podemos escuchar el ‘Country Girl – City Man’ de Joe Bataan el expresidiario y
músico del Latin Soul; y en la segunda placa, aquí consignada también de FANIA,
podemos escuchar ‘Son Cuero y boogaloo’, ‘Red Garter Strut’ (boogaloo),
‘Kikapoo Joy Juice’ (boogaloo), y ‘Richie’s Bag’ (boogaloo). O sea, cuando le
conviene a FANIA graban boogaloo, y cuando no le conviene, te rompe el timbal,
el cuero, el metal y el piano. Abuso descarado y brutal.
Lea los siguientes
nombres de los aliados de FANIA, que participaron del asesinato del boogaloo, y
que hicieron boogaloo antes de FANIA, pero por oportunismo chusco y mercachifle
se echaron y se plegaron y se arrodillaron al nuevo monstruo que daba el agua,
la sal y la sombra: Ray Barreto, Joe Bataan, Willie Colon, Hector Lavoe, Larry
Harlow, Monguito El Único, Bobby Quesada, Louie Ramírez, Ralph Robles, Monguito
Santamaría (hijo); Bobby Valentín, Tito Puente, Eddie Palmieri, Ricardo Ray,
Jimmy Sabater.
Lima, 06 de junio
del 2015
Jaime Del Castillo
Jaramillo
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