Count Basie revolucionó el Jazz
con su piano elegante y su blues original
La mejor sección de vientos del Jazz la tuvo Basie y de Kansas vino a
conquistar New York. Historia del Jazz. Parte XXXVIII
Por: Jaime Del Castillo Jaramillo
Texas, fue un gran emporio no
solamente para la corrupción, las actividades licenciosas y las ganancias
multimillonarias, con la droga, el baile, la prostitución, el alcohol y por
cierto: el Jazz, imperio de la
licencia y la maña, bajo la supervisión del corrupto Alcalde Tom Pendergast (el mismo que fuera detenido para 1938 y condenado a 1
año y 2 meses de prisión por el delito de evasión de impuestos).
Y todo ello
sucedió en plena época de la dura y terrible depresión económica nacional, por
lo tanto, muchos músicos de jazz, tanto de New
York como de otras latitudes, prontamente huían a Texas en busca de mejores condiciones, situaciones y posiciones; en
ese alegre y licencioso ambiente destacó un músico muy relevante, el gran Bennie Moten, quien tuvo una excelente
orquesta, la Bennie Moten´s Kansas City Orchestra el mismo que tuvo un gran carisma
y hasta para animar se desarmen otras orquestas, a fin de fichar a sus mejores
músicos en desbande, tal como fue el caso por ejemplo, con los Blue
Devils del virtuoso Walter Page,
gran maestro músico multi-instrumentista y formado en la universidad, con
justicia se le puede denominar como el revolucionario del bajo del Jazz.
De los
excelentes músicos talentosos e integrantes de Los Blue Devils y que se
pasaron a la gran orquesta del maestro Moten,
podemos consignar a Count Basie, Lester Young, Eddie Durham, Jimmy Rushing, Hot Lips Page
y Buster Smith y hasta su líder el
voluminoso Walter Page,
el mismo que se unió a su formidable competidor Bennie Moten.
Moten era, sin lugar a dudas, el
sonido neto y nato del jazz de Kansas
City. Lamentablemente, atiborrado de trabajo y actividad musical, Moten se debilitó y convaleció,
viajando a cierta presentación de su orquesta en Denver, lo operaron de
urgencia y de inmediato, pero murió en la sala de operaciones a sus escasos 40 años. El joven
pianista Count Basie haría otra
orquesta con la mayoría de los músicos del finado Moten.
Moten grabó en casi una década,
puros éxitos y era el rey de los bailes y de la música, junto al gran Moten estuvieron grandes músicos que
luego serían estrellas universales, uno de ellos por ejemplo, fue el joven
pianista Count Basie y líneas arriba
he mencionado a otros. Recordemos algunos grandes éxitos de Bennie Moten tales como:
“Toby”,
“Prince of Wails”,
El joven pianista de la gran estrella del jazz de
Kansas, Bennie Moten, fue el antes mencionado, William “Count” Basie quien nació en Red Bank, Nueva Jersey, un 21/08/1904,
y creció en un barrio de clase obrera. Tuvo una fuerte influencia del stride
de Harlem, aunque no le
fueron ajenos otros ritmos musicales vernáculos; le atraían fuertemente las
pianolas, las carteleras teatrales, las ferias, etc, etc., sentía que había
nacido para los espectáculos y la música.
Estudió
piano en su casa por insistencia de su progenitora, quien lavaba ropa ajena
para agenciar la modestísima economía de su hogar. Aun así, Count Basie era baterista, pero su talentoso
amigo Sonny Greer (posterior exitoso
baterista, del gran Duke Ellington)
le sugirió enfocarse en el piano, ya que tenía condiciones para ser un gran
pianista.
Cuando Basie se dio cuenta que sus técnicas de
piano eran excelentes, decidió dedicarse de lleno a la profesión de pianista; obviamente que la
privilegiada y exuberante vida nocturna musical de New York estaban a la mano y prácticamente, ofreciéndole fajos de
dólares por su talento, no lo pensó mucho y tomó el rumbo que lo llevaría al
éxito absoluto.
Como no podía ser de
otro modo, se codeó con los reyes del piano en New York, tales como los
geniales James P. Johnson, Willie
the Lion Smith y Fats Waller, es
más, el mismo Basie ha reconocido que el carismático Fats
Waller fue su mentor y mayor influencia en materia de Stride Piano y por cierto,
fueron buenos amigos.
A pesar de su gusto
y profundos conocimientos del Stride Piano, el buen Basie se dejó dominar por el blues.
Sobre todo a partir de una gira que hizo por Kansas City y admiraba a grandes
pianistas del blues como Pete Johnson
(compositor que para 1922 a 1926, toca batería en varias orquestas, incluyendo
la de Louis "Good Bootie" Johnson, quien lo animó a tocar el piano,
nació un 25/03/1904, en Kansas City, Misuri y fallece un 23/03/1967, en Búfalo,
Nueva York) y Jay McShann (James
Columbus McShann fue director de orquesta,
nació un 12/01/1916, en Muskogee, Oklahoma y fallece un 07/12/2006, en
Kansas City, Misuri), aprendiendo de ellos e igualándolos en poco tiempo,
ejecutando un blues original y conceptuoso que cambiaría el curso del
poderoso río del jazz en New York.
El gran Count Basie es uno de los más
originales y grandes intérpretes de piano de la historia del jazz, su depurado
estilo melódico y elegante, lo posiciona como el pionero en su estilo y escuela.
Con el maestro Basie tenemos a un
piano que deja de correr y agitarse y gritar y ahora el aplaudido piano de Basie comienza a recitar poesía, a
conversar y a musitar cosas bonitas o también, a silenciar cosas bellas.
Pero el
genial Basie no era solamente un
pianista original y auténtico, sino que sumaba dotes de visionario de la música
y de la dirección orquestal y estuvo a la par que sus contemporáneos y grandes
directores musicales Duke Ellington
y el gran Bennie Goodman, de hecho,
tenía la facultad de liderazgo nato y de motivación proyectada hacia sus
colegas músicos, tal como lo percibieron los maestros Moten como Lester Young, Walter
Page, Herschel Evans, Buster Smith y Hot Lips Page.
El gran Basie cuando tuvo su
propia orquesta, pudo fichar a grandes músicos, como el maravilloso baterista Jo Jones y el efectivo guitarrista Freddie
Green y en la parte rítmica que tanto le interesaba, llegando a ser la
sección musical de Big Band más cotizada y destacada de la era del Jazz de su
tiempo.
No
solamente eso, la influencia pianística de Count
Basie fue muy fuerte y fértil e hizo posibles las bellezas del teclado en
la mano izquierda de Bud Powell o los inspirados silencios
de Thelonious Monk, así mismo,
influyó en el original estilo saltarín de Kenny
Clarke o el de Max Roach a la
batería, quien recoge también, la herencia del gran Jo Jones.
Indiscutiblemente
que la orquesta del gran Basie era
un emporio de talentos musicales. El genio de Lester Young brilló con sus maravillosas improvisaciones con Basie. Tampoco se puede y debe dejarse
pasar por alto, la excepcionalidad del saxo tenor de Herschel Evans con su poderoso sonido y su tosco fraseo, siendo el
creador del expresivo y visceral “gemido de Texas”.
Las
creaciones maravillosas de ambos saxos y antes mencionados, brillan en los
temas: “Blue and Sentimental”,
Lamentablemente
Herschel Evans murió prematuramente para
1939 y a sus escasos 30 años, de hecho, estaba llamado a superar al gran maestro
Lester Young como saxofón tenor.
Indiscutiblemente
y como se ha dicho ya, la Big Band de Count
Basie tenía la mejor sección de vientos de su evo, no había competencia al
frente del gran maestro Basie, pese
a la calidad compositiva de la Big Band de Duke
Ellington o la excepcionalidad instrumental de la banda de Goodman.
Como es fácil
colegir entonces, los empresarios disqueros y de espectáculos, viajaron a Kansas para escuchar personalmente a la
famosa banda de Basie, fue así como John Hammond para 1936, estuvo al
frente y escuchando en directo a la Big Band del mencionado Count Basie, también le siguieron los
pasos Dave Kapp, del poderoso sello Decca
y del mismo modo, Joe Glaser, el
exitoso representante del gran Louis
Armstrong, (quien aprovechó para contratar al gran Hot Lips Page); no se quedó atrás tampoco, Joe Belford, el conocido gerente del Roseland Ballroom de
Nueva York.
En breve
tiempo, el astuto Hammond conectó al
genial Basie con el agente de contratación Willard Alexander y por su
lado, Kapp fichó al director musical
Basie para el sello Decca
y en menos de lo que canta un gallo, la Big Band de Basie ya estaba sonando en la Ciudad que nunca Duerme, siendo la
atracción principal del afamado Roseland Ballroom.
Es
inolvidable y paradigmática, la sesión de grabación que hizo Count Basie en Chicago y antes de
llegar a La Babel de Acero y con un pequeño combo, auspiciado por el
célebre y dinámico manager John Hammond antes mencionado y bajo el
nombre ficticio de Jones-Smith Incorporated a fin de burlar el contrato firmado
con la reconocida casa disquera Decca.
En dicha
grabación ya se escucha al maestro Count
Basie, con su acabado estilo elegante y melódico. El impecable y rítmico
bajo de William Page. Siendo el
maestro Lester Young quien destaca
con un excepcional y paradigmático solo de saxo tenor en el tema “Oh,
Lady Be Good”.
Count Basie fue devorado por los
críticos especializados cuando empezó a tocar en la Ciudad que nunca duerme,
porque de 8 músicos pasó a 13 y obviamente que se sintió el lento acople en los
vientos, pero, eso se superó. Cuando terminó su contrato con el Roseland
Ballroom, inmediatamente empezó a grabar con la disquera Decca
y hasta por 2 años. Fue en ese período que el maestro Basie cambia el curso del sendero del Jazz y empieza a producir su
blues original, ahí están los temas “One O’Clock Jump”
En dichas
grabaciones con el sello Decca, la orquesta de Basie contó con la trompeta de Harry Edison y el trombón de Dicky Wells, además del saxofonista Earle Warren quienes imprimieron
potencia y respeto a la Big Band del maestro Basie bajo comento; posteriormente se une el guitarrista Freddie Green, quien se acopló
perfectamente a los grandes maestros Basie, Jo Jones y William Page.
Para 1939
y 1940 Basie ya tenía la mejor Big
Band de New York y graba más éxitos, pero ahora con el inquieto y hábil John Hammond, ahí tenemos los temas “Taxi
War Dance”,
(Fin de la parte XXXVIII)
Lima, 21 de agosto del 2017
Jaime Del
Castillo Jaramillo
http://salsaconcausa.blogspot.pe
@jaimedelcastill
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