Henderson el taciturno
revolucionario de la era Big Band
Henderson educado en
música culta europea, revolucionó el jazz de su tiempo y poseyó un Dream Team
musical aún insuperado. Historia del Jazz. Parte XXIX
El primer
nombre que debemos aquí mencionar, para adentrarnos en el sonoro y luminoso
discurso de las Big Bands, es
definitivamente el del genial maestro Fletcher
Henderson, relevante pianista y arreglista, así como personaje clave para
entender la consolidación y desarrollo de la era de las "big bands".
No lo
olvidemos, el maestro Henderson
nació un 18/12/1897, en Cuthbert, Georgia (falleció un 29/12/1952, en Nueva
York,), en medio de facilidades o cuna acomodada y, fue su propia madre, --la misma que se
desempeñaba como profesora de piano--, quien le inculcó el amor por las blancas
y las negras y además, le reveló los secretos del piano. Y con esos profundos y
sólidos conocimientos pianísticos, el maestro Henderson contribuyó a burilar y fijar el sonido primero de las big bands de los locos años 20’.
En verdad,
el maestro Henderson se inspiró y
bebió del arte popular de su tiempo (a pesar de su formación clásica musicalmente
hablando), Henderson observó mucho y
bien, las corrientes de baile y sus causas profundas soldadas a sus técnicas
musicales, además, escuchó atentamente y con método, la música popular que
imperaba en la Gran Manzana de su coyuntura: música en y de las pletóricas y
bulliciosas salas de juego; del siempre variopinto Tin Pan Alley; del
colorido e inquieto Broadway y de
los sorprendentes y novedosos espectáculos de variedades; así como el sonido
pletórico, pícaro y especial de las bandas de Rag provenientes del
Noreste; todo ese grueso bagaje cultural, artístico y musical, fue bien
aprendido, absorbido y observado atentamente y con método, --vuelvo a
repetir--, por el calificado maestro Henderson
quien luego será el que establezca el formato musical que dará personalidad
y estilo y swing y en notable cambio radical, a
la orquestación de jazz americana.
Henderson en verdad, (de
carácter pausado, reservado y modesto, con un temperamento y formación
intelectual, no guardaba los requisitos para ser un revolucionario del Jazz y
muchos se equivocaron juzgando su apariencia externa, más no su inteligencia y
sagacidad musical), no fue influenciado directamente por el jazz o por las bandas de Chicago o
Nueva Orleans de su tiempo, (eso explica perfectamente, porque no apreciaba
mucho al genial jovencito Louis
Armstrong, integrante de su poderosa banda como segunda trompeta)
La formación
del joven pianista Fletcher, fue
fundamental para destacar sólidamente en el nuevo jazz que se avizoraba; toda
vez que nació en el seno de acomodada familia negra, donde la música europea culta era parte de su
formación obligatoria y necesaria por disposición de sus padres, de esa forma
lo mantuvieron alejado del popular rag y
el blues y ello fue gravitante y
fundamental, para afinar y refinar el espíritu y la educación artística del
futuro gran maestro del Jazz: Fletcher Henderson.
De
profesión académica, fue Químico y matemático, con título expedido por la
Universidad de Atlanta y cuando se muda a la ciudad de Nueva York, da rienda
suelta a su vena artística y musical y se dedica a componer canciones para la
casa Music
Company que era una conocida editora musical, con propietarios de raza
negra y donde le pagaban veintidós dólares y medio a la semana. Su calidad y
originalidad se notó inmediatamente en sus obras musicales, precisamente por
ello fue inmediatamente contratado como jefe supervisor y organizador de sesiones
de grabación en la conocida casa discográfica de Harry Pace Black Swan.
Su fama de
buen pianista, arreglista y compositor fue creciendo rápidamente dentro del
mundo musical competitivo de New York y por ello fue aceptado inmediatamente,
para integrar una orquesta de baile del muy concurrido Club Alabam, en el número 44 de la West Street. Esa orquesta y ese local
prontamente le quedaron pequeños, debido a su fama de excelente músico y por
ello fue llevado a otro local de baile, mucho mejor y más exclusivo, se trataba
del elitista establecimiento Roseland, un lujoso local que se convertiría
en el palacio de baile de la crema y nata de Nueva York y por cierto, que era
la envidia nacional.
El maestro Henderson, astutamente, aprovechó la
exclusividad de ese local y su distinguida concurrencia y empezó a experimentar
musicalmente, creando nuevos ritmos y estilos jazzísticos buscando siempre la
comodidad, alegría y emotividad del bailador, sabía bien el maestro Henderson que su música nueva y bien hecha y por el importantísimo
local donde se encontraba, así como por su distinguido público, en breve, impondrían
a nivel nacional los nuevos ritmos y estilos del jazz y nunca se equivocó.
Mucha
gente se equivoca con la personalidad de Henderson,
ya que algunos lo critican por no asumir poses de líder de orquesta, inclusive
lo han comparado a Henderson con el
gran Duke Ellington, quien era un
magnífico director de músicos, sin desmejorar su gran oído para escoger la
mejor instrumentación musical; otros lo han comparado con el genial Benny Goodman, quien posteriormente
usaría los excelentes arreglos de Henderson
para elevar su popularidad con el público.
Pero, muchos
se han equivocado o no han valorado correctamente al gran genio musical Fletcher, porque, en verdad de
verdades, Henderson era taciturno y
modesto, pero sin dejar de ser fríamente inteligente y astuto para convencer y convocar
a excelentes maestros de la música en cada instrumento de su orquesta y
dejarlos que ellos suelten y discurran libremente su arte, mientras él se
colocaba atrás de ellos, eso es lo que dicen los hechos probados y comprobados,
toda vez que el gran maestro Henderson
como director de orquesta tenía un espectacular y solvente y magistral plantel
de músicos en su orquesta. Ni siquiera el genial Duke Ellington pudo convocar y tener la cantidad y calidad de
músicos, que si mostraba modesta y silenciosamente el maestro Henderson en su excelente Big Band.
Por ejemplo, cómo
olvidar la legendaria sección de
saxofones de Henderson integrada
por los grandes maestros de maestros Coleman Hawkins, Lester
Young, Ben Webster, Chu Berry y Benny Carter, quienes eran los 5 colosos del saxofón
norteamericano: insuperables, maravillosos e inigualables.
Y por si fuera poco, Henderson
tuvo como sus ilustres hidalgos del metal, al mismo
maestro de maestros y genial Louis
Armstrong, también estuvieron los inigualables: Roy Eldridge, Henry
“Red” Allen, Rex Stewart, Tommy Ladnier, Dickie Wells, J. C.
Higginbotham, Joe Smith, Benny Morton y Jimmy Harrison. Vale decir, los mejores metales de todo el país y
el mundo jazzístico del momento, esa línea metálica ni siquiera la pudo
ostentar el mismo Miles Davis, ni el
gran Count Basie, menos Art Blakey o el
antes mencionado Benny Goodman.
(Fin de la parte XXIX)
Lima, 08 de
marzo del 2017
Jaime Del
Castillo Jaramillo
http://salsaconcausa.blogspot.com
@jaimedelcastill
yeagob2@gmail.com
https://www.facebook.com/jdelcastillojaramillo
No hay comentarios:
Publicar un comentario