Big Bands es hija de la bonanza económica
y canta al poderío y magnificencia norteamericana
Los grandes improvisadores
como Armstrong, Beiderbecke y Hines no soportaron la presión comercial y
sucumbieron a las Big Bands. Historia del Jazz. Parte XXVIII
Por: Jaime Del Castillo Jaramillo
El
poderoso y siempre progresivo industrialismo en la tierra del Tío Sam, el
intenso e inmenso y poliédrico comercio nacional e internacional de la primera
potencia del mundo, la bonanza económica y financiera norteamericana y del
capitalismo occidental en general, obligaron a la aparición del estilo de las
big bands: la gente se sentía emocionalmente bien y económicamente muy segura y
quería expresarlo y manifestarlo, por lo tanto quería bailar, el público quería
disfrutar de la paz, la seguridad económica y un porvenir prometedor y
ascendente, por lo tanto, querían vestirse bien, comer bien, pasear sin
restricciones y obviamente querían solazarse bailando ritmos y estilos, que
expresen su estado positivo sico-social, que grafiquen su felicidad y bonhomía
y obviamente que el Jazz y las Big Bands inmediatamente entendieron el mensaje
claro, y prepararon sus instrumentos musicales, sus partituras y por cierto se
compraron billeteras grandes y reforzadas, para recibir las ingentes ganancias
que vendrían, las disqueras se frotaban las manos y las radios tenían un
sonrisa de felicidad de oreja a oreja.
Las Big
Bands de ese gran momento y coyuntura, estaban compuestas por cuatro básicas
secciones: la línea de saxofones, la línea de trompetas, la línea de trombones
y la infaltable sección rítmica, vale decir, la gente quería cosas grandes o
Big Bands, el público quería que su felicidad, poderío y seguridad se exprese a
lo grande, que sonidos magníficos, imponentes y avasalladores dejen bien en
claro, quien es la sociedad dominante y quiénes son esos poderosos personajes
solventes económicamente que puede pagar y mantener a esas seductoras y
monstruosas maquinarias musicales perfectas.
La presión
comercial fue muy fuerte y atractiva por cierto, en dicha coyuntura y los
grandes y legendarios músicos del primer jazz sucumbieron a ello, había una
fuerza centrípeta poderosa e ineludible, de esa forma, monstruos de la música
como Louis Armstrong, Bix Beiderbecke y ‘Fatah’ Hines entre otros, tuvieron que
abandonar sus prodigiosas y sorprendentes improvisaciones solistas y asimilarse
o alinearse con las big bands y dentro de las Big Bands hacer discurrir su vena
innata de improvisadores magistrales y de respeto y que quede bien claro: ellos
ingresaron a las Big Bands, no con el cartel de orquestadores, ni de grandes
compositores, ellos se asimilaron con sus créditos de grandes improvisadores.
Al costado
de ellos, había otra clase de grandes talentos musicales, tales como los
maestros: Don Redman, Fletcher
Henderson, Duke Ellington, Bill Challis, Art Hickman, Ferde
Grofé entre otros, quienes sí se centraron y concentraron en el ritmo y estilo
del nuevo formato llamado Big Bands y con esos cerebros musicales aparece la
necesaria y obligatoria revolución en y con el nuevo sonido del jazz y para una
nueva sociedad ascendente, dominante y progresista.
La historia
del jazz, siempre nos cuenta sobre la mezcla de géneros, estilos y ritmos musicales
y por cierto, que esa tendencia o constante verificada, no fue ajena ni lejana
en el período o coyuntura de las Big Bands, en este gran momento musical, se
puede fácilmente percibir la enorme cantidad de fusiones, mezclas y
combinaciones de diferentes sonidos y ritmos y estilos y la central de las
fusiones y mezclas y combinaciones musicales, fue la ciudad de Nueva York, por
antonomasia,
No olvidemos
que para 1915, en la mencionada ciudad de Nueva York, ya se dejaba escuchar una
banda proveniente de la fundadora ciudad de Nueva Orleans que incluía al gran maestro Freddie Keppard; dicha banda le tendió alfombra con su estilo y
ritmo musical y ya para 1917, a los venideros de la ciudad de Chicago, La Original Dixieland Jazz Band; tanto fue
así que, al culminar la Gran Guerra o
IGM, la influencia y popularidad de estas dos bandas antes mencionadas, fue
muy grande y popularmente bien aceptada, esa música y ese estilo se conservó hasta
la llegada de la gran era de las Big Bands.
(Fin de la parte XXVIII)
Lima, 07 de
marzo del 2017
Jaime Del
Castillo Jaramillo
http://salsaconcausa.blogspot.com
@jaimedelcastill
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