Parker,
Gillespie y Davis o la Trilogía Divina del Jazz Moderno. Bird fue el padrino
del joven Miles Davis. Historia del Jazz. Parte L
Por: Jaime Del Castillo Jaramillo
Mientras
Gillespie hizo su propia Big Band, y experimentaba con nuevos sonidos y ritmos
como el Latin Jazz o Cubop, pues, más se alejaba de Charlie Parker, quien a su
vez, tenía su propia banda con el joven Miles Davis como trompetista.
Las
oportunidades en que estos dos inmensos astros del jazz moderno, se unieron
para producir música fueron escasas, pero cuando lo hicieron, iluminaban e
inspiraban el mundo del jazz; por ejemplo, la exitosa y espectacular
presentación que hicieron ambos en el Carnegie Hall o cuando grabaron en el
estudio de Clef en 1950, o cuando se presentaron en el concierto del Massey
Hall de 1953.
Charlie
Parker, creía que con su solo arte del Bebop encendido, de pirotecnia y fraseos
vivaces que producía con su saxofón, era suficiente, y que otro virtuoso que
haga lo mismo como Dizzy Gillespie con su trompeta, pues, ya era demasiado. Es
por eso, que siempre buscó a trompetistas que fuesen lo opuesto a él, para
marcar la diferencia y acentuar su arte y potenciar la melodía y sin agotar al
público asistente. En esa lógica fue que encajó el jovencito Miles Davis, -el
mismo que sería el futuro líder del movimiento cool-, y es que de primera
instancia o aparentemente, parecería una mala elección compartir la primera
línea con el jefe revolucionario y su
saxo fogoso y contralto, o sea Bird, pero, todo lo contrario, esa
decisión de Charlie Parker fue muy bien pensada y meditada y de acuerdo a su
oído musical.
Lo que
afirmamos es fácil comprobarlo, con las duplas que hizo Bird con los
trompetistas: Miles Davis, Chet Baker, Kenny Dorham o Red Rodney, es decir,
Charlie Parker prefirió siempre, la trompeta melodiosa, dulce, pensante y bien
elaborada, vale decir, buscaba el bálsamo que cure las quemaduras que dejaban
sus fogosas líneas de saxo contralto.
Miles Davis para
el año de 1947, todavía recibía la influencia directa de Dizzy Gillespie, sin
embargo, en general, el trabajo de Davis, era voltear los estilos, del lucido y
extrovertido de Gillespie, al íntimo y personal de Davis, aunque en los fraseos
rápidos con el mismo Parker, pues, Davis prefirió ceder su lugar.
Cuando
Miles Dewey Davis (Miles Dewey Davis III, nació en Alton, Illinois, el 26/05/1926
– falleció en Santa Mónica, el 28/09/1991), empezó a tocar con el gran maestro
Charlie Parker, pues, era un desconocido. Provenía de una familia acomodada, de
St. Louis. Su padre era cirujano dentista de éxito y que contaba con tres
títulos universitarios y dueño de inmensas propiedades. Su tío estudió en
Harvard y en Alemania. Pero el joven Miles fue la “oveja negra” de la familia,
hasta lo denominaron el “Príncipe de la Oscuridad”. Su madre era una pianista
muy habilidosa pero nunca le enseñó música al hijo, con las justas quiso
regalarle un violín a sus trece años, pero el padre decidió que debe tocar
trompeta. El único gran recuerdo de su madre, fueron sus discos de los grandes
maestros Art Tatum y Duke Ellington, los mismos que ejercieron una poderosa
influencia en el jovencito Miles y para siempre.
El joven
Davis recibió lecciones de trompeta del maestro Elwood Buchanan, reconocido
instrumentista que había tocado con la banda de Andy Kirk. Buchanan inculcó a
su discípulo Davis seguir las huellas de los trompetistas Harold Baker y Bobby
Hackett, antes que a Joe “King” Oliver o Louis Armstrong o Roy Eldridge, de ahí
y solamente así, se nos hace más fácil encontrar la razón de la preferencia de
Miles hacia el modo Cool.
A sus
escasos quince años, Miles Davis también recibió clases del primer trompetista
de la Sinfónica de St. Louis, quien lo criticó acremente, y Davis nunca
olvidaría ello, por eso declaró en cierta oportunidad que: “Dijo que yo era el
peor trompetista que había oído en su vida”; como no podía ser de otro modo,
Miles Davis tuvo un círculo de amigos,
que también amaban el jazz, tales como el pianista Duke Brooks y el trompetista
Clark Terry, quien después sería una gran estrella del mundo jazzístico.
Miles Davis
para septiembre de 1944, postuló y pasó la prueba de ingreso y por cierto, se matriculó en el afamado Conservatorio
Juilliard School of Music de New York, para perfeccionar el sonido de su
trompeta, aunque nunca terminó formalmente sus estudios, dejó todo para acompañar
al maestro Parker y confundirse con los primeros boppers.
Pero
Davis, nació caprichoso y vivió caprichoso, saltaba de una cosa a otra, no se
contentaba con nada, cuando consiguió ser reconocido como representante del
movimiento bebop, pues abandonó esa escuela revolucionaria, y optó por un
estilo radicalmente opuesto y que se denominó el “Cool”, y cuando se cansó del Cool, pasó a la Escuela Modal,
después a la Escuela Impresionista, después pasó al Hard Bop y después al
Cuasi-Free, y por cansancio, recaló en
la cuestionada fusión entre el jazz y el rock. Al parecer, devaneos de niño
rico, veleidoso y caprichoso.
Precisamente,
como Miles Davis era veleidoso y caprichoso, se cansó rápido de las formales y
disciplinadas clases del Conservatorio Juilliard, y se internó de pleno y de
lleno al mundo de los cabarets y salones de baile de jazz en la Babel De Acero,
es decir, el joven Miles adoraba estar en medio del Minton’s, o del Savoy
Ballroom, o del Three Deuces, o del Onyx, o en el Spotlite, entre otros muchos
lugares de exposición o espectáculos del jazz.
Ni bien
llegó a New York, el joven Miles Davis buscó a los inquietos, flamantes y
revolucionarios Bebopers, porque sentía la necesidad de ser miembro de esa nueva
Escuela y generación de músicos del bebop, los mismos que ya habían tomado la
plaza de la Ciudad que Nunca Duerme, por eso escribió Davis en su autobiografía:
“Pasé mi primera semana en Nueva York buscando a Bird y a Dizzy. Sí, fui a
todas partes buscando a esos dos pájaros”. Hasta que los encontró, encabezados
por su líder Bird o Parker, estaban amenizando una revolucionaria Jam Session
en la siempre musical Harlem.
Charlie
Parker frisaba sus juveniles y saludables veinticuatro años de edad, y ya era
un líder reconocido y consolidado en el nuevo escenario del jazz moderno, es decir que, Bird era apenas seis años mayor
que Miles Davis, y para suerte del joven trompetista admirador de Parker y bajo
comentario, pues Bird lo aceptó en su círculo y aceptó llevarlo de la mano por
la música nueva, para eso lo incorporó como formal miembro de su banda.
Al frente
de la paradigmática y encendida trompeta de Dizzy Gillespie, estaban los
sonidos más melodiosos y elaborados Freddie Webster y del joven Fats Navarro. Estas
influencias fueron tan poderosas para el inquieto músico Davis, que decidió dejar sus estudios en
Juilliard, y aprender directamente de los maestros antes mencionados y en la
práctica misma, es decir, quiso aleccionarse en el fragor de las grandes
batallas musicales nocturnas del Jazz.
Nunca
olvidemos el poderoso padrinazgo del gigante Charlie Parker, cuando llevó al
estudio de grabación del sello Savoy y para noviembre de 1945, al inexperto
Miles Davis (de escasos 19 años de edad) como trompetista principal, y muy a
pesar que el consagrado Dizzy Gillespie también estuvo ahí, y a la misma hora y
lugar y para la misma grabación, pero no
como trompetista, sino como pianista.
En esa
histórica grabación, se produjeron inmortales blues, tales como: “Billie’s
Bounce”
O también: “Now’s
the Time” donde Miles Davis se destacó con solos sobrios y bien elaborados,
Fue para
la grabación del clásico tema “Ko Ko”, -con los rápidos cambios acórdicos de
“Cherokee”-, que el joven Miles Davis le cede su lugar y la trompeta al gran
maestro y paradigma musical Dizzy Gillespie, y por eso dijo: “No iba a salir y
ponerme en evidencia”, recordó y además agregó que: “Realmente no creía estar
preparado.” Fue ahí que Dizzy Gillespie tocó un soberbio e inmortal solo que
hasta la fecha es una pieza fundamental y paradigmática del mejor bebop y el
más importante de todos.
Cuando
Charlie Parker y Dizzy Gillespie viajaron especialmente contratados para hacer
Bebop a la Costa Oeste, en específico, a la importante e integrada racialmente
ciudad de Los Ángeles y para diciembre de 1945, el joven Miles Davis sintió que
no podía dejar el tren de la historia, y también viajó tras la huella de su
poderoso padrino Bird, el pretexto fue un contrato que también tenía la banda
de Benny Carter para la costa oeste, donde Miles Davis fue invitado a formar
parte de dicha banda.
Fue así que,
en Los Ángeles, el jovenzuelo Miles Davis tocó con su gran maestro y padrino
Bird o Charlie Parker en la sala Finale, y después vuelve a grabar con Parker
para el sello Dial, bajo la manija del empresario Russell, el mismo que vivía
pendiente de los pasos del gigante Charlie Parker y lo asistió para bien, en
toda su accidentada e histórica estadía en la ciudad de Los Angeles.
Cuando Bird
o Charlie Parker fue internado y para su rehabilitación, en el Hospital estatal
de Camarillo (Los Ángeles), por su fuerte problema de adicción las drogas, pues
el joven Miles Davis desconsolado, no tuvo otra salida que embarcarse en gira
musical con el maestro Billy Eckstine, y por lo tanto, regresó a Nueva York, y
luego fue felizmente fichado para la famosa, primigenia y original big band de Dizzy
Gillespie, la misma que tenía la mejor línea de trompetas de ese momento en la
historia del jazz: Fats Navarro, Freddie Webster y Kenny Dorham, además de
Davis y Gillespie, obviamente. Cuando Charlie Parker, estuvo nuevamente activo,
algunas veces tocaba con la Big Band de Dizzy Gillespie bajo comentario.
Ya está
muy claro, establecido y documentado que Bird o Charlie Parker, cuando brillaba
con todo su esplendor y como máxima estrella del revolucionario Bebop, no consideraba
a Dizzy Gillespie como indispensable o insustituible, ni siquiera le era
necesario como su asistente mayor o mano derecha o necesario acompañante o
co-líder musical. Hay demasiadas pruebas, huellas y documentación al respecto.
Por ejemplo,
para el mes de abril del año 1947, el consolidado Charlie Parker presentó su
nuevo quinteto en el afamado local Three Deuces de la calle 52 en New York.
Donde Bird nuevamente respalda al joven Miles Davis como su trompeta, junto con
su engreído drummer Max Roach (Maxwell Lemuel Roach, New Land, del Condado de
Pasquotank, de Carolina del Norte, nació el 10/01/1924 – falleció en Nueva
York, 16/08/2007, baterista y compositor), el bajista Tommy Potter (Charles
Thomas Potter, nació en Filadelfia, Pensilvania, un 21/09/1918 – falleció el 1°/03/1988)
y el pianista Duke Jordan (Irving Sydney "Duke" Jordan, nacido en Brooklyn,
Nueva York, el 1°/04/1922 – fallece el 08/08/2006).
Para el
mes de mayo del mismo año, Bird o Parker ya estaba grabando nuevo material y
otra vez en los estudios de la disquera Savoy, y lo único que varió en su nuevo
quinteto fue la salida del pianista Duke Jordan, para que ingrese Bud Powell (Earl
Rudolph Powell, nacido en Nueva York, el 27/09/1924 – falleció en Nueva York, el
31/06/1966, pianista y compositor).
Para esa
histórica grabación con Bird y su nuevo quinteto, y en el sello Savoy como se
ha dicho, encontramos el clásico tema “Donna Lee”, con una interpretación única
en su género, con un soberbio y precioso solo de Miles Davis.
“Chasin’
the Bird”, es un especial tema, no solamente por la calidad en su ejecución,
sino porque el líder Charlie Parker da curso y acuna un relevante contrapunto
melódico.
Russell,
el acucioso y persistente empresario disquero y admirador del gran Charlie
Parker desde su histórica estadía en California o la Costa Oeste, pues, decidió
abrir su sello disquero Dial, pero ahora en la costa este, específicamente en
New York. O sea, seguía los pasos del excepcional Bird, y precisamente, a
finales del año 1947 Parker y su nuevo quinteto, graba para el sello Dial del
antes mencionado Russell, y eso se verificó en tres memorables sesiones, de
esas tres sesiones, el tema más conmovedor es “The Hymn”
Aquí logró reinventar
la fogocidad del anterior tema “Ko Ko” con un tempo y una melodía parecida a “Cherokee”. Parker nos
regaló un maravilloso solo, muy distinto a Ko ko, pero no menos virtuoso.
Parker grabó
otros originales temas muy sencillos para el oído, tales como “Scrapple from
the Apple”,
o
“Dexterity” en todos estos temas, tenemos a un sólido Charlie Parker en la
confección de sus solos.
(Fin de la
parte L)
Lima, 10
de mayo del 2019
Jaime Del
Castillo Jaramillo
@jaimedelcastill
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