La pareja musical más famosa y brillante del Jazz, se impusieron por su estilo único y original, que cambió los ejes de hacer música. Historia del Jazz. Parte XLII
Lester Young (nació en
Woodville, poblado del condado de Wilkinson,
en el Estado de Misisipi, un 27/08/1909, y fallece en Nueva York, un 15/03/1959),
destacado saxofonista tenor y clarinetista, apodado Pres o Prez
por Billie Holiday. Prez o Lester Young dejó piezas clásicas en
la música del Swing, el Bop y el Cool.
De hecho,
junto a Coleman Hawkins (nació en San
José, Misuri, 21/11/1904, y fallece en Nueva York, 19/05/1969, fue saxofonista
tenor y clarinetista, de swing y de bop), fueron los saxofonistas más
influyentes y creadores de la gran escuela del saxo tenor en el jazz.
Lester Young, el revolucionario
músico de Misissipi y la gran cantante Billie
Holiday, (Eleanora Fagan Gough,
nació en Filadelfia, estado de Pensilvania, un 07/04/1915 y fallece en Nueva
York un 17/07/1959, a sus escasos 44 años de edad), ambos, son leyendas áureas
de las mejores páginas de la historia del jazz norteamericano y universal.
Billie Holiday, (era llamada
artísticamente: “Lady Day”), y junto con Sarah
Vaughan (Sarah Lois Vaughan, nació en Newark, Nueva Jersey, 27/03/1924, y
fallece en Los Ángeles, California, 3/04/1990, llamada “Sarah Vaughan”, y apodada “Sassy”
y “La Divina”, empezó a cantar en la
iglesia y dominaba muy bien el piano, ya que estudió dicho instrumento, entre
1931 y 1939), y Ella Fitzgerald,
(Ella Jane Fitzgerald, nace 25/04/1917 en Newport News, Estados Unidos, fallece
un 15/06/1996 en Beverly Hills, Estados Unidos, a la edad de 79 años; la
llamaron “Lady Ella”, la “Reina del jazz” y la “Primera dama de la canción”; interpretó
todo tipo de ritmos, tales como swing, blues, bossa nova, samba, góspel,
calypso, canciones navideñas, pop, etc. Obtuvo 14 premios Grammy, inclusive el
Grammy por toda su carrera artística, además fue galardonada con la Medalla
Nacional de las Artes y la Medalla Presidencial de la Libertad de Estados
Unidos), constituyen el trío de oro de voces femeninas más relevantes del jazz
de todos los tiempos.
Lady Day o Billie Holiday, es apreciada y reverenciada, por su estilo único
de cantar o interpretar un tema; era dueña del depurado de arte de hacer de una
canción cualquiera, una pieza memorable, única, penetrante y seria.
Su estilo
interpretativo es tan marcado y original, que nadie cantaría como ella, los
temas: “All of Me”
y otras
muchas canciones, sin que sea criticado inmediatamente, por no alcanzar las
cotas artísticas interpretativas ya clásicas e impuestas por la gran Billie Holiday.
Lo
relevante, y lo que impactó a la crítica, a los entendidos y a los amantes del
Jazz en general, fue la alianza melódica, o la complementariedad musical o el
ensamble preciso y precioso entre la voz trabajada de Billie Holiday y el sonido único del saxo de Prez, tanto así, que
algunos se atrevieron a calificar a esta composición musical descrita, como una
“historia
de amor musical”.
Es un gran
logro y meta de la Holiday, haber promocionado
y llegado a relievar su arte interpretativo vocal, al lado del preciado saxo de
Lester Young, toda vez, que la voz
de Lady
Day tenía algunas notorias limitaciones, como por ejemplo, que su voz a
lo más llegaba a una octava y media, es decir, no tenía fuerza vocal, como es
el caso contrario y el mejor ejemplo, en las interpretaciones vocales de Bessie Smith, quien a su vez, también
tenía limitaciones, pero ello lo compensaba con una fuerza interpretativa que le
permitía hacer llegar su voz hasta las últimas filas del teatro.
Billie Holiday no tenía el talento
para el scat singing de la gran Ella
Fitzgerald; ni mucho menos, el sonido puro de Sarah Vaughan; o los notorios adornos vocales de Louis Armstrong; pero sí tenía,
magistral ejecución del compás musical, además de su único fraseo ágil y
sorprendentemente relajado; pero sobre todo y ante todo, fue revolucionaria, al
imprimirle profundidad de significado a las letras, arte que era desconocido
hasta antes de Billie Holiday y que
hasta hoy sorprende y sigue siendo un paradigma interpretativo.
Por todo
ello, la crítica especializada, decía que Billie
Holiday era una perfecta estilista, antes que virtuosa cantante, de tal
forma que, las interpretaciones vocales de ‘Lady
Day’ exploraba hasta lo más hondo de las canciones, mostrando así una
especial música interior, -no superficial-, nunca antes vista, que la
distinguía y que fue su marca suprema.
La Holiday vendió una versión idílica de
su vida, que no era tan cierta, nos referimos a su autobiografía titulada “Lady
Sings the Blues” y por cierto, Hollywood sacó provecho de ello, aunque
haya destruido las vetas de verdad que eran necesarias sobre su real biografía.
Y, pese a los esfuerzos de serios investigadores, tales como John Chilton, Linda Kuehl, Robert O’Meally
y Donald Clarke, y pese a las
memorias de quienes la trataron de cerca, tales como John Hammond (John Henry Hammond, Jr., nació en Nueva York, un
15/12/1910 y fallece un 10/07/1987, fue un reconocido productor musical, músico
y crítico entre los años 30’ hasta los años 70’. Fue el típico y exitoso
cazatalentos, e impulsó las carreras de Benny
Goodman, Billie Holiday, Count Basie, Teddy Wilson, Big Joe Turner, Pete
Seeger, Babatunde Olatunji, Aretha Franklin, Bob Dylan, el guitarrista Freddie Green, Leonard Cohen, Bruce Springsteen y Stevie Ray Vaughan) o Leonard Feather, (Leonard Geoffrey
Feather, nació un 13/09/1914 en Londres,
y fallece un 22/09/1994 en Sherman Oaks, California, fue crítico y Periodista,
también pianista, compositor, historiador de la música, ejecutivo y productor
discográfico), lo cierto es, que a la fecha no se puede decir que conocemos a
ciencia cierta toda la verdad, sobre la vida de la legendaria y paradigmática Lady
Day.
Lo que sí
sabemos de la extraordinaria Billie Holiday,
es que nació consignada como Eleanora
Fagan, y de jovencita cambió su apellido por el de Gough, cuando su madre se casó con Phil Gough, pero cuando se divorció su progenitora del último
mencionado, la Holiday volvió a
denominarse Fagan. Sin embargo, no fue la única vez en que se había cambiado el
apellido, ya había usado los apellidos: Holiday,
Holliday o Halliday.
También,
tomó el apellido de ex maridos o novios, tales como: Monroe, McKay, Guy, Levy. No solamente eso, los falsos nombres convivieron
con sus apodos. Por ejemplo, en el asilo House
of the Good Shepherd de Baltimore, donde estuvo internada en su juventud,
se le conoció como Madge o como Theresa.
Ya es sabido
que el maestro Lester Young la
denominó “Lady Day”, y que la
Holiday, a su vez, lo denominó como “Pres”
tal como se ha dicho líneas arriba.
El nombre
de su padre fue Clarence Holiday, y
fue guitarrista de la banda del gran Fletcher
Henderson (nació en Cuthbert, Georgia, un 18/12/1897 y falleció en Nueva
York, un 28/12/1952, fue reconocido pianista y arreglista. Su aporte fue
fundamental para el posicionamiento de las "big
band"), su mencionado progenitor la llamaba Bill, de ahí fue que se rebautizó como Billie Holiday. Su padre Clarence
Holiday y su madre Sadie Fagan, simplemente
tuvieron una aventura juvenil muy propia de menores de veinte años, producto de
ese tórrido y breve romance, tuvieron a Billie, pero sin contraer matrimonio;
además, Clarence no reconoció
públicamente a la menor Billie, y
solamente se le acercó, cuando la carrera artística de su hija negada ya era
notoria.
‘Lady Day’ se mudó a Nueva York
a fines de los años veinte, y en la Capital
del Mundo fue que empezó a cantar y con éxito. Se sabe de su exitosa grabación
de 1936, para el sello Brunswick, “I Cried
for You”,
donde muestra su
depurado estilo de interpretar los temas, ahí estuvo acompañada por la orquesta
de Teddy Wilson.
Para 1933,
el reconocido crítico y cazatalentos: John
Hammond, dio cuenta del impacto que le había causado la interpretación
vocal de la Holiday, cuando la oyó
cantar en un local nocturno de Harlem, y de eso escribió en el Melody Maker, donde se expresó de ello,
como “todo
un hallazgo”, no solamente eso, agregó que a sus juveniles dieciocho
años, la artista en mención “canta mejor que nadie que haya oído en mi
vida”. Y ahí no quedó todo, ese mismo año, Hammond le buscó contrato para que cante con la Big Band del gran
maestro Benny Goodman.
Billie Holiday de ahí en
adelante, conoció el estrellato, hasta tuvo una breve aparición en la película Symphony
in Black; también fue contratada para el Apollo Theater; por
cierto, no dejaba de grabar y el buen Hammond
la seguía apoyando en ello; también continuó trabajando con el gran Teddy Wilson.
La década
del 30’, fue su época dorada, ahí fue que hizo muchas grabaciones con agrupaciones
pequeñas de instrumentos y fue lo mejor de lo mejor de su carrera.
Mucho
antes de reunirse musicalmente con Lester
Young, la Holiday ya tenía su
estilo depurado y firme, y así se comprueba en sus interpretaciones clásicas e inmortales, tales
como “What a Little Moonlight Can Do”,
entre otros bellos temas.
‘Lady Day’ contó con grandes maestros músicos que la acompañaron en los escenarios, sobre todo en los vientos del jazz, tales como Benny Goodman, Ben Webster, Johnny Hodges,
Harry Carney, pero todo cambió para mejor y de lujo, cuando llegó el saxo del
maestro Lester Young, y eso fue para
una sesión musical de enero
de 1937, Billie Holiday
encontró al fin, el músico que entendió sus ansias proyectivas musicales a la
perfección.
De hecho, y para
mayor gloria de la música de jazz, todas las grabaciones de la mancuerna Holiday-Young son luminosos clásicos.
Sea el tema
que abordasen, con música banal o letra forzada, tales como “Now
They Call It Swing”,
“You’re Just a No
Account”,
pues ellos,
Holiday y Young, hicieron música perfecta
de aplauso universal. No solamente eso, con temas consagrados, tales como:
“All of Me”,
“Foolin’ Myself”,
“He’s Funny That Way”,
“This Year’s Kisses”
ellos lograban su consolidación definitiva, con
versiones finales e insuperables, cuyo prestigio y
magisterio, no podían ser borrados o modificados fácilmente, por todo aquel que quisiese reinterpretar estos temas.
canción que da
cuenta de un linchamiento, no cayó bien en el público racista y de poder
político, y le crearon mala fama, en realidad fue Barney Josephson, dueño del Café
Society, ubicado en Greenwich Village, quien alentó a Holiday, a cantar dicho tema al concluir sus presentaciones. A
partir de ahí, ‘Lady Day’ se dedicó a
cantar temas sentimentales y sombríos, tales como:
“God Bless the Child”,
“Good Morning Heartache”,
La década
del 40’, significó su declive artístico, su vieja adicción al tabaco se
acentuó, además del consumo de alcohol, y también de estupefacientes y hasta
heroína, inducida por su marido Jimmy
Monroe.
Para 1947,
estuvo presa por diez meses, en la prisión federal para mujeres de Virginia
Occidental. Y para colmo de males, le cancelaron su licencia como artista, y no
podía actuar en los clubes de Nueva York, -dicho impedimento fue revocado para
1967-, solamente podía presentarse en teatros y auditorios, y la Holiday tuvo éxito en su concierto del Carnegie Hall, pero no así, en su
presentación para el espectáculo Holiday
on Broadway en el Mansfield Theater donde
tuvo cinco días de fracaso y cancelaron sus presentaciones.
Para 1952,
la Holiday fue contratada por el
legendario empresario antirracista y activista Norman Granz y en cinco años, grabó más de un centenar de canciones
y con buenos músicos del pre-bop,
tales como, Coleman Hawkins, Ben
Webster, Benny Carter, Willie Smith, Flip Phillips, Paul
Quinchette, también
la acompañaron buenos trompetistas, tales como Harry “Sweets” Edison, Charlie Shavers o Joe Newman, y en cuanto a pianistas, estuvo acompañada de los
maestros: Oscar
Peterson, Jimmy Rowles o Wynton Kelly.
Mientras
cantaba, en cierta presentación, en Greenwich Village, para mayo de 1959, por
razones de su salud muy quebrantada, tuvo que abandonar el escenario y
solamente había cantado dos temas. A la siguiente semana, se agravó su cuadro
clínico médico, pero luego se recuperó, y en el mismo hospital, la acusaron a Holiday de posesión de heroína, y sufrió
arresto domiciliario, con agentes policiales apostados en la misma puerta de su
habitación del nosocomio bajo comentario. Luego Holiday, tuvo una leve mejoría en su tratamiento del hígado, pero
luego le sobrevino infección al riñón que le provocó la muerte el 17 de julio.
(Fin de la
parte XLII)
Lima, 27 de agosto del 2018
Jaime Del Castillo
Jaramillo
@jaimedelcastill